Ante la negativa del Gobierno de consensuar con los trabajadores una resolución para el conflicto que garantice todos los puestos de trabajo, los empleados de LAFSA decidieron en asamblea tomar los mostradores y la sala de preembarque de varias empresas. Cuando estaban intentando llevar adelante esta medida, se encontraron con un cordón de infantería que bordeaba el área donde abordan los pasajeros. Inmediatamente la policía comenzó una durísima represión, que dejó a 25 trabajadores heridos, entre ellos, siete mujeres. Hubo golpes, balas de goma y gases lacrimógenos.

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