Como sabemos, el monocultivo industrial de soja transgénica es un desastre. Los campos de Argentina se van agotando, estériles, debido al monocultivo de soja. La gente, tanto en los campos como en las ciudades está envenenada por el uso intensivo de pesticidas y herbicidas altamente tóxicos. El desarraigo de miles de familias campesinas ha producido villas de miseria, hambre y desempleo por todas partes. Los sojeros talaron 5 millones de hectáreas de bosques y montes desde 1996.
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