El viernes por la mañana, estudiantes de colegios secundarios, vecinos y organizaciones sociales se movilizaron al municipio para protestar en contra del inminente aumento del boleto de colectivos. Pese a la rapidez de las comisiones legislativas locales en pasarse de manos el expediente que llegó la misma semana para votación al Concejo Deliberante, no pudo promulgarse el aumento previsto del 20% en la tarifa.

Mientras la banca 25 se encontraba colmada de usuarios que a los gritos rechazaban el aumento, en la calle alrededor de 400 estudiantes intentaban ingresar a la sesión del Concejo Deliberante. Las puertas de la municipalidad, manchadas de aerosol y huevazos se mantenían cerradas. Cuando estudiantes secundarios comenzaron a ingresar por una ventana lateral, el personal de infantería se abalanzó contra ellos y comenzaron a disparar balas de gomas contra los manifestantes que les arrojaron con lo que tenían a su alcance. Cuando adentro del Consejo se escucharon los disparos, estudiantes y militantes salieron al balcón municipal y arrojaron mesetas a los policías.

En este clima de tensión, los concejales presentes votaron que el expediente vuelva a las comisiones. Además, pasaron a un cuarto intermedio debido a los hechos de violencia. La protesta por su parte, continuó con quema de gomas mientras los manifestantes aguardaban la salida de sus compañeros que todavía se encontraban dentro del recinto. Más tarde, los estudiantes marcharon hasta la sede de la UTE donde escarcharon los vidrios con la consigna “basta de aumentos”. La manifestación siguió curso por las calles del centro local pintando colectivos y ocasionando algunos problemas en el tránsito hasta retornar hacia las puertas de la municipalidad donde una asamblea concluyó la protesta.

“Dos horas más tarde, ya sin presencia de vecinos en la barra, los concejales retomaron públicamente el debate por la suba del boleto. Se explayaron por varios minutos con respecto a las actitudes tomadas ante el tratamiento del expediente; remarcando los “silencios prudentes para no exacerbar a la barra” y el rechazo unánime como cuerpo a la represión sucedida”, publicó 0223.com.ar.

Los empresarios de la UTE, amparados en un decreto nacional que habilita el aumento del 20% en trasporte público, reclaman al poder político un boleto de 1,40 en primera instancia y de 1,50 a partir de septiembre. Por su parte, los usuarios argumentan que el aumento que se intenta efectivizar sería sobre el precio de un boleto que ya está inflado. Las denuncias que vienen presentando los diversos sectores que reclaman contra el trasporte público –vecinos organizados en sociedades de fomento, estudiantes secundarios y universitarios, discapacitados, etc- son anteriores al decreto nacional e incluyen irregularidades en la medición de la tarifa del boleto, quejas por la baja frecuencia horaria, falta de instalaciones adecuadas en las unidades y hasta una denuncia por abandono de personas.

Burlando los usuales tiempos burocráticos, solo una semana fue el tiempo necesario para que el expediente llegara al Concejo Deliberante. En primer instancia el aumento del boleto fue aprobado el lunes por una comisión de trasporte que cuenta con su presidente y vicepresidente en contra de dicho aumento, pero de licencia. Casual o causalmente no lo sabemos, se encontró fácilmente la mayoría necesaria. El miércoles era aprobado por la comisión de legislación y se esperaba que el viernes fuera promulgado. Con los tramites apurados para reducir el costo político pero sin éxito, ahora el expediente vuelve a las comisiones. El sábado, luego de que el ejecutivo municipal se reuniera con autoridades de la UTA y de la UTE en horas de la mañana, se anunció que el martes 14 por la mañana el tema se estaría tratando nuevamente en la municipalidad. Se espera entonces también una nueva manifestación en contra de la suba del aumento del boleto.

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