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OBRAS SON AMORES
Por Raul Orlando Paz - Friday, Dec. 05, 2003 at 2:00 AM
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Sobre los nuevos anuncios de la construcción del Hospital Materno Infantil

MAS VALE PREVENIR QUE CURAR...
En los modernos Sistemas de Salud se privilegia la Atención Primaria y la Medicina Basada en Evidencias por sobre las grandes inversiones en infraestructuras edilicias, en tecnología de última generación, muchas veces innecesarias. Esto es, proponen un Sistema que sea Universal (que cubra toda la población a la que esta destinada, sin exclusiones) Equitativo (Todo los servicios del sistema al alcance de toda la población) Solidario (El que más puede mas aporta y el que más necesita mas recibe) y con Libertad de elección del Efector (significa que el usuario del sistema es el que circula libremente por él con su cápita o cuota-parte, eligiendo a los prestadores más eficientes y eficaces... en dos palabras: SUBCIDIAR LA DEMANDA). Quiero decir que un agente sanitario, una enfermera y un médico en cada barrio, que se ocupen de mantener la salud (mantener sanos) es mucho más barato y efectivo que un gran hospital dotado de toda la tecnología habida y por haber, que espere que una persona se enferme en tal magnitud que deba trasladarse hasta él para recuperar la salud perdida.
A FALTA DE IDEAS... CHAFALONÍAS
Por otro lado, sabido es que las grandes obras públicas, aunque sean inútiles e innecesarias, son redituables políticamente hablando, a la hora de hacer balances de gestión.
Este es el caso de la muy anunciada construcción del Hospital Materno Infantil en Santiago del Estero. Licitado no hacen dos meses por la suma de $12.878.967,87 (y bien publicitado por los medios de comunicación) y adjudicado ayer por la suma de $ 14.689.482,62 (¿alguien puede explicarme el porqué de esa pequeña diferencia?) a una Unión Transitoria de Empresas.
Esta obra será construida sobre los cimientos del proyecto del mismo tipo que pergeño Schiaretti durante la intervención Federal... y hoy todos sabemos (hasta por boca de quienes hoy conducen la provincia) la razón y el resultado de dicha Intervención. Vinieron a saquear la provincia con el fin de financiar la interna partidaria y las elecciones posteriores. ¿Sí?
¿Y porqué reflotarlo ahora? Está a la vista que el poder ejecutivo se ha quedado sin respuestas políticas ante los reclamos de la población: la gente pide justicia, trabajo, seguridad, salud y participación en las políticas de estado y le contestan con anuncios efectistas como el pago anticipado del aguinaldo, la devolución del 30% recortado por “la ley obnibus” (la misma que le permitió a la Intervención Federal de Schiaretti, alzarse con los recursos de la provincia) y... la construcción del Hospital Materno Infantil. Creyendo que con esas medidas van a acallar los reclamos cada vez más insistentes y crecientes de la gente.
NADA MÁS FALSO...
...que la publicidad oficial que dice “que el nuevo nosocomio será equipado con la más moderna y avanzada tecnología para colocar a la vanguardia, la atención de la salud de la niñez de la provincia”
Si en el edificio se gastan alrededor de $ 15.000.000 ¿Cuánto dinero hay disponible para el equipamiento publicitado? ¿Y cuanto más para que el nuevo hospital pueda funcionar sin carencias? -Esto es, el costo de mantenimiento y funcionamiento mensual necesario para mover al monstruo- ¿Los Servicios existentes (*) no cubrirían con creces las necesidades de la población si funcionaria un sistema como el arriba propuesto? ¿O creen que el abarrotamiento de demanda de estos servicios se soluciona creando otro de mayor costo y magnitud? ¿No saben que la gente que puede llegar a los hospitales en busca del restablecimiento de su salud, lo hace porque en su lugar de residencia no encontró esa solución? ¿Y los que no pueden llegar por falta de rutas, de transportes, o simplemente por falta de dinero para el traslado? ¿Y los que no llegan porque se murieron sin acceso a un diagnostico y a un tratamiento? Así visto, cualquier “Mega Hospital” esta destinado a la ineficiencia y a la ineficacia por mas bien equipado que esté.
Los problemas de enfermedad se acaban cuando el Estado se ocupa seriamente de la SALUD de la gente.
Y las soluciones deberían ser tomadas y exigidas no solo por las Entidades que nucléan a los médicos (Colegio de Médicos, Consejo Medico, Gremiales Inter hospitalarias, etcétera) sino por toda la sociedad ya que la salud es un problema de todos.
Esto mismo escribí el día del Pediatra, el 20 de octubre (ver http://argentina.indymedia.org/news/2003/11/153512.php ) pero lo más triste es que lo venimos sosteniendo desde el año 1997 desde la Revista “Médicos” del Colegio de Médicos en la nota editorial de diciembre de ese año (**) ( también ver http://www.cmse.com.ar –Revista Médicos – Ediciones Anteriores- Número 31 de mayo de 2000- Nota Editorial: La Gran Tarea y Nota “Bases para la Reforma del Sistema de Salud). Número 38 de diciembre de 2000 “2001 Por Un Sistema Solidario, Universal, Equitativo Y Eficiente”)

(*) Servicios de Maternidad y de Neonatología del Hospital Policlínico Regional, Hospital de Niños Eva Perón (cuenta con la mejor UTI Pediátrica de la provincia y el mejor Servicio de Cirugía Infantil) Maternidad Faustino Herrera y Hospital de Niños F. J. Viano (los dos últimos de La Banda)
(**)NOS FALTA UNA POLÍTICA

El país se encuentra actualmente transitando un camino de modificaciones a su política de salud. Si bien es cierto que la reforma al sistema se hace impostergable, el sentido de la misma es discutible. El análisis de los distintos modelos existentes en el mundo es un deber insoslayable para los encargados del diseño técnico del nuevo modelo, pero los responsables de la decisión política de instrumentarlo deben ser conscientes que la realidad local impone sesgos que convierten en inútiles las fotocopias importadas, como la propuesta del Banco Mundial, por ejemplo.
Los cambios que aparecen en el horizonte llevan a predecir que se debilitará fuertemente el sistema solidario, puesto de manifiesto a través de las mutualidades, obras sociales sindicales y el hospital público, a cambio de un fortalecimiento de las prepagas, las que recurren a alianzas en vías de una verdadera concentración de poder cuya consecuencia, a la luz de los ejemplos en otras áreas de la economía, son conocidas por todos y sufridas por muchos.
El análisis histórico de la actuación del Estado como garante de la salud de los argentinos admite indudablemente muchas críticas, pero de ahí a afirmar que debe dar un paso al costado a favor de la “generación” privada hay un largo trecho.
El punto es lograr, al menos, coherencia entre lo que se declama y lo que realmente se facilita y hace.
A nivel país, desde el M.S. y A.S. de la Nación se enunciaron los propósitos y las políticas sustantivas en el área de la salud, en éstas se menciona la necesidad del fortalecimiento del Hospital Público y en este sentido se propone el Hospital de Autogestión.
Entre otras cosas, apunta a cambiar la metodología de subsidiar la oferta, el establecimiento, por la de subsidiar la demanda, el usuario, adquiriendo el hospital el derecho a cobrar las prestaciones cuando se hicieran en personas que tuvieran alguna cobertura de salud, (obra social, mutual, prepaga). Esta transferencia de fondos, en principio justa, traerá como consecuencia un impacto financiero en aquellas obras sociales pequeñas o debilitadas, debilitándolas aun más y poniendo en riesgo el sistema.
Nuestra provincia ha adherido a la Nación e incorporado todos sus establecimientos asistenciales dentro del modelo de “Autogestión”. En la práctica, hasta ahora, solo parece haberse anotado en la facultad de cobrar prestaciones, ya que aun no se perciben tareas conducentes a modificar el gobierno del hospital, como sería la incorporación del pueblo a través de un consejo de administración, ni tampoco, por lo que se conoce, a modificado su administración adjudicando un presupuesto cuya responsabilidad en su ejecución esté a cargo de sus autoridades.
Al contrario, nuestros hospitales persisten como instituciones absolutamente dependientes de un fuerte centralismo administrativo y operativo y sus autoridades aún son designadas por decisión política, muy lejos de pensar en concursos o requisitos de conocimiento fehacientemente adquiridos en administración de servicios de salud.
El ministerio nacional también define que el hospital solo se concibe con la incorporación de actividades de Atención Primaria de la Salud.
Visite Ud. cualquier hospital de nuestra ciudad e intente encontrar en algún lugar de su planta física la oficina de APS o descubrir en alguna pared los monitores de atención primaria o, al menos, el mapa de su área geográfica de responsabilidad sanitaria, cuando no la cartografía. Hagámoslo más simple, analice desde la consulta externa la curva de crecimiento y desarrollo de los niños consultantes o descubra en que canal de percentilos esta clasificado, no encontrará los datos, tampoco historia clínica o ficha. Si quiere continuar la investigación busque en el maletín de algún agente sanitario que encuentre en terreno, ahí sí los encontrará.
Las causas por las cuales el hospital se resiste a la adopción de la estrategia de APS son múltiples y diversas, y no es intención de este comentario analizarlas, pero sí es posible sugerir medidas que incentiven un cambio de conducta e introduzcan la coherencia reclamada más arriba, entre lo que se declama y hace, permitiendo aventurar que con los recursos existentes es posible intentar un verdadero cambio en la ejecución de las políticas sanitarias, poniendo acento en la solidaridad, en la descentralización administrativa y operativa y en la incorporación de la gente al control y cogestión de los programas de salud.
ATENCION PRIMARIA DE LA SALUD. UNA ESTRATEGIA
La Atención Primaria de la Salud es una estrategia adecuada y necesaria para lograr cobertura, posibilitando la llegada de las acciones a quien lo necesita. Poder cumplir con el objetivo de generar el cambio de una sociedad hacia un mayor desarrollo y mejor calidad de vida requiere, además de la vocación política, de la activa, democrática y formalmente organizada participación de la comunidad destinataria, convirtiéndose así en una comunidad protagonista.
El Hospital, por su historia y conformación, ejerce un poder de atracción centrípeto en el sistema de salud.
Es, por lo tanto, un importante condicionante a la hora de implementar programas de promoción y prevención en el seno de la comunidad, sobre todo cuando esta no demanda servicios espontáneamente.
El funcionamiento actual muestra al hospital despegado de la A.P.S., en cambio, la atención primaria demanda siempre de la concentración de servicios y posibilidades del hospital.
Consecuentemente, convertir a la A.P.S. en el eje del sistema contribuiría al mejor cumplimiento de las políticas nacionales, manteniendo la figura del hospital como una institución relevante y contribuyendo a la consolidación del hospital de autogestión.
Una modificación presupuestaria en la que cada distrito de APS se convierta en una unidad ejecutora sería una auténtica descentralización, pudiendo “el distrito” ser la entidad pagadora al sistema. Se estaría entonces subsidiando la demanda, permitiéndole, en consecuencia, tener el distrito la facultad de controlar en qué se gasta, cuánto, cómo, y dónde.
La introducción de la figura de la competencia entre oferentes de servicios especializados y horizontales al distrito de A.P.S., incorporará, por un lado, la posibilidad de articular entre los subsectores estatal y privado y, por el otro, un mejoramiento de la oferta y descenso en el gasto, pudiéndose re orientar el excedente hacia el reforzamiento de acciones conducentes a una mejor calidad de vida.
Esto es, ni más ni menos, definir una política, contar con un plan de acción y adquirir la posibilidad de poder comparar lo que se dice, lo que se hace y con que resultados.
Estamos estrenando un nuevo ministro en el área de salud. Esperamos contar con el enunciado de alguna política definida. Los tiempos se acortan y los problemas no esperan.

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