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Fotos:
COB La Brecha, Enfoque Rojo y ACTA
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Se cumplió el paro nacional de 24 horas de la CGT y segundo
día del paro de 36 horas lanzado por la CTA y organizaciones
sociales, sindicales y políticas de izquierda. La conducción
de las dos CGT -Moyano y Barrionuevo- insistió con el planteo
“dominguero” que ya instaló en el paro del 10 de
abril. Sin embargo, y sobre todo a partir de la no adhesión
de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) a la medida de fuerza,
tomaron aún mayor protagonismo los piquetes y protestas en
las calles.
“Las principales concentraciones urbanas del país amanecieron
hoy como si fuera un feriado” evaluaron desde el PTS, una de
las organizaciones que sostuvo los cortes, “la operación política
del Gobierno nacional pactando con Roberto Fernández de la UTA el
funcionamiento de ómnibus y colectivos no pudo evitar que millones
de trabajadores de todas las ramas de producción y de los servicios
se quedaran en sus casas”.
Desde COB La Brecha, otra de las organizaciones que se plantó
ante las fuerzas de seguridad para realizar el corte en el Puente
Pueyrredón, definieron: “le ponemos el cuerpo para hacer
frente al ajuste y decirle no a la inflación, los despidos y las
suspensiones, y la avanzada represiva sobre el pueblo trabajador”.
Desde allí también, el diputado Néstor Pitrola del
PO declaró: “El paro nacional arranca con enorme éxito, el dato
dominante en horas de la madrugada es la adhesión no sólo de los
sindicatos adheridos, sino de las bases de los sindicatos que no
adhieren. Tal vez el punto más sobresaliente de este paro”. En el
sur santafesino, el secretario general de la CTA Rosario, Gustavo
Terés, consideró que “el paro es contundente
y está con niveles de adhesión y acatamiento muy altos”. Por
su parte, el dirigente ferroviario de la línea Sarmiento,
Rubén “Pollo” Sobrero, aseguró: "Si no es escuchado
el reclamo, va a haber una continuidad de 48 hs en septiembre".
Durante el miércoles 27, la CTA que preside Pablo Micheli
junto a la Multisectorial, el Partido Obrero y otras organizaciones,
habían realizado una jornada con cortes y movilización
al Congreso señalando el comienzo de un paro activo de 36
horas.
Por su parte, desde el gobierno nacional y el sindicalismo alineado
se alzaron voces para opinar que el paro fue un “débil”
“ataque de la derecha”: el jefe de Gabinete nacional Jorge
Capitanich habló de un 75 por ciento de “voluntad de
ir a a trabajar”; el titular de Smata, Ricardo Pignanelli -quien
viene llevando adelante una sostenida ofensiva contra los delegados
de la corporación norteamericana Lear- aseguró: “Hay
10 gatos cortando en el Posadas, y debe haber otros 10 cortando
Puente Alsina y Panamericana. No hay paro, papá”, y volvió
a cargar contra la izquierda; el secretario general del Subte, Roberto
Pianelli, sostuvo que el paro “es una ofensiva de la derecha
contra el Gobierno”; y el Ministro de Trabajo, Carlos Tomada,
aseguró que no “fue un paro general, ni mucho menos
un paro nacional” y que los gremios “intentaron producir
un daño económico”.
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En la Agencia ACTA realizaron un informe fotográfico sobre el impacto
del paro en la ciudad, para contrastar la información mediática
que, según entendieron, intentaba minimizar lo que se veía
en las calles.
Desde primera hora de la mañana, el país se pobló
de cortes y protestas en las calles para garantizar el paro activo.
El dirigente ferroviario de la línea Sarmiento destacó que "ningún
ramal está funcionando", criticó a los sindicatos afines a la Casa
Rosada y pidió solidaridad con "los trabajadores que la están pasando
mal".
Antes del paro activo del jueves, el miércoles 27 hubo movilizaciones,
cortes y marcha en Capital de la CTA opositora, partidos de izquierda
y movimientos sociales.
En la edición de Enredando las Mañanas del lunes 25 de agosto, conversamos
con Facundo Gómez, integrante de la Agrupación Bordó y delegado de
la Comisión Interna de la gráfica Donnelley, quien nos contó cómo
sigue la lucha comenzada hace 3 semanas desde que la multinacional
pidió la quiebra. Gómez denunció al juez Gerardo Santiccia y al síndico
Mario Rizzo por presionar a los clientes para que no les paguen a
los trabajadores. A su vez, indicó que nadie se hace cargo de la actual
situación de los trabajadores, quienes a pesar de que están produciendo
desde el cierre no tienen sus salarios garantizados. Por RNMA