El flamante Secretario de Seguridad porteño, Juan José Alvarez, fue escrachado y señalado como asesino por miles de personas que se movilizaron a la jefatura de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Es que a 31 meses de la Masacre del Puente Pueyrredón, los asesinatos de Dario Santillán y de Maximiliano Kosteki, siguen impunes. Los responsables ideológicos de la represión de ese día son premiados siendo nombrados en nuevos cargos políticos. Es así como Alvarez, Secretario de Seguridad nacional en esos momentos, ha sido nombrado por Anibal Ibarra para el mismo cargo a nivel de la ciudad de Buenos Aires.

A la mañana el MTD Anibal Verón (el que conduce Juan Cruz Daffuncio) junto con la Corriente Clasista y Combativa se movilizó desde Avellaneda hasta la sede del gobierno porteño, para después dirigirse a la secretaría de Derechos Humanos. El día anterior estos grupos realizaron un corte parcial del Puente Pueyrredón. En un comunicado, afirmaron que "Alvarez no tiene que ocupar ningún cargo, tiene que estar preso".

Más tarde, una masiva movilización volvió a escrachar a Alvarez. Esta vez se trató de la Comisión Independiente por el juicio y castigo a los asesinos del Puente Pueyrredón, encabezada por Alberto Santillán, papá de Darío, y por Vanina Kosteki, hermana de Maxi. Este masivo escrache fue acompañado por el Frente Popular Darío Santillán (donde están los MTD Anibal Verón, el MUP, entre otras organizaciones) y el Bloque Piquetero Nacional (Polo Obrero, MTL, CUBA-MTR, M29, entre otros). Estuvieron presentes también asambleas barriales, organismos de derechos humanos (como la Correpi, Apemia, Apel, el Medh, H.I.J.O.S., las DPA, la Asociación de ex Detenidos y el Ceprodh), grupos artísticos (como Etcétera), el PTS y No Pasarán. Además participarón del escrache un grupo de Jóvenes autoconvocados por la masacre de Cromañón. La movilización partió desde Constitución y durante el trayecto se pintaron las paredes afirmando que "Ibarra mata en Cromañón, Alvarez mata en el Puente Pueyrredón" y "Darío y Maxi, presentes, ahora y siempre".

Ante una jefatura de Gobierno vallada, con cientos de infantes escudados defendiéndola, se realizó un acto sobre un escenario improvisado sobre la Avendia de Mayo. La abogada María del Carmen Verdú de la Correpi llamó a "señalar con el dedo a los asesinos", en referencia a Alvarez.

Luego una compañera leyó el documento de la comisión, en el que se exigió juicio y castigo a los responsables de la Masacre del 26, condena a todos los que ocupaban cargos de responsabilidad material y política al momento de los hechos y la apertura de los archivos de la SIDE. Se reclamó la unificación de las causas, el sobreseimiento a Hernán Gurián y la anulación de la causa por atentado a la democracia que pesa sobre quienes protagonizaron la lucha del Puente Pueyrredón. Se pidió la libertad de las presas y presos políticos del gobierno de Kirchner y el desprocesamiento para los miles de luchadores y luchadoras populares perseguidos por la justicia.

En el comunicado leído, las organizaciones presentes reafirmaron que "mientras se mantenga la impunidad de los asesinos que dieron la orden de reprimir y matar, mientras caminen tranquilos por la calle y continúan ocupando cargos públicos, mientras gobierno, jueces y fiscales no hagan nada contra los asesinos que dispararon y los asesinos que planificaron, vamos a seguir luchando, denunciando y exigiendo justicia". Finalmente se afirmó que "la sangre derramada no se perdona, no se olvida, no se negocia".

Mientras tanto, Alvarez, escudado por la prensa obsecuente (incluive de supuestos progresistas), trata de deslindar sus responsabilidades frente a la brutal caceria contra piqueteros porque las balas que mataron a Dario y Maxi provenían de efectivos de la bonarense. Pero él fue uno de los principales encargados, en primer lugar, de preparar el terreno para la operación, ideando el operativo conjunto de Prefectura, Gendarmería, Policía Federal, y, en segundo, de justificar mediáticamente las muertes, aduciendo que se trataba de un conflicto entre piqueteros.

Dos compañeros asesinados, 40 heridos de plomo, 160 detenciones. Todo para frenar la protesta social. Y el hombre encargado de la seguridad nacional es ahora nombrado para ocupar ese mismo cargo a nivel de la ciudad de Buenos Aires.

El tambalenate gobierno de Ibarra establece una alianza con lo más rancio de la mafia duhaldista para cubrirse ante el escandalo producido por el incendio de Cromañón, donde 191 personas murieron por culpa de la corrupción estatal y 22 se encuentran aún internados, 10 de ellos en terapia intensiva. Este nombramiento viene a confirmar una vez más el pacto de impunidad entre el actual gobierno de Kirchner y el anterior mandatario, el ahora encargado ante el Mercosur, Eduardo Duahlde.

Que se sepa. En la tierra donde los asesinos son nombrados encargados de seguridad, no existen los derechos humanos y reina la impunidad. Y, como se suele decir, si no hay justicia, hay escrache. Esta vez le tocó a uno de los carniceros del Puente Pueyrredón: Juan José Alvarez, secretario de Seguridad porteño y asesino.

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