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Mario Agustín L. tenía 17 años en mayo de 2014 cuando fue sacado de los pelos por la ventana de su casa. La policía se había presentado acusándolo de haber querido robar una moto en Florencio Varela, pero como el adolescente se negó a salir, los efectivos rompieron la puerta y la ventana, y se lo llevaron a los golpes a la comisaría de Berazategui.
En la audiencia previa a la elevación a juicio del caso, su defensor, Eduardo Soares, integrante de la Gremial de Abogados, denunció que se trata de una causa armada por la policía, carente de todo tipo de pruebas y comprendida únicamente por actuaciones policiales. Al responsabilizar a la justicia por permitir este accionar, un fiscal, Claudio Marcelo Cipollone, junto a la jueza pidieron a dos Colegios de Abogados que lo sancionen “por falta de decoro”.
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