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“El 17 de octubre también tenemos que hacer algo”. “Hay que pensar
en que la próxima jornada no sea de un día, sino de dos”. Estas
ideas escuchadas durante la previa a la jornada del sábado 30, tal
vez ayuden a entender cuánta fuerza le han puesto los Familiares
y Amigos de Luciano Arruga a un nuevo aniversario de la desaparición
del joven; todavía no había sucedido la que estaban organizando
y ya estaban planificando las siguientes. Meses pensando en un solo
día del año. El 31 de enero, fecha de la desaparición de Luciano,
quedó marcado a fuego en sus cuerpos. Es evidente que no solo en
los suyos. Si bien es difícil precisar cuánta gente pasó por una
jornada tan extensa como la que se llevó a cabo en la Plaza Luciano
Arruga del barrio 12 de Octubre –el de Luciano, el de su familia-,
algunos se animaron a ponerle cifras: más de 5000 personas. La elección
del lugar, por supuesto, no fue casual. Es obvio suponer que de
haberse realizado en Congreso o en Plaza de Mayo, la concurrencia
hubiera sido mayor. En el asedio al que fue sometido Luciano los
meses previos a su desaparición, la policía le hizo casi imposible
la salida del barrio. Miles de personas yendo a “La 12” ahora para
recordar su caso, para escuchar otros testimonios más o menos parecidos,
no es menor como símbolo.
Cerca de 50 familiares de 30 causas diferentes –pero tan similares-
viajaron especialmente desde todo el país. Desde Neuquén hasta Jujuy,
pasando por Catamarca, Rosario o Córdoba, la ruta de la violencia
institucional parece una autopista doble mano: mientras las fuerzas
de seguridad avanzan a toda velocidad acorralando a los pibes pobres
de cualquier barrio, sus familiares, al paso que pueden, van por
el carril contrario sintiendo la necesidad de decir, gritar, llorar
y organizarse.
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Cobertura |
por Red Nacional de Medios Alternativos
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