Kafka está de moda gracias a Kirchner. O Kirchner gracias a Kafka. Y
nosotros no queremos, ni por las tapas, estar demodé y por eso pensamos:
alguien lo tiene que decir.
Algunos editorialistas abusan del escritor checo para señalar que K, en vez
de quedar atrapado en el estado, atrapó al estado en su red. El que fue más
lejos, en algún momento dijo: "No obstante, pese a no haber resuelto
sus problemas organizacionales, pese a no haberse constituido en sujeto
político, las Asambleas, lo que surgió en el país en diciembre del 2001, es
lo que está sosteniendo al señor K. en este momento. Digámoslo así: el
señor K. es un emergente externo de diciembre del 2001.". En el mismo
editorial, que estas páginas abrieron una larga discusión, el
mismo columnista señalaba también una particular visión: que los
movimientos sociales "agonizaron durante todo el 2002".
Simplificando: se fueron todos, como pediamos. Pero no gracias a nosotros.
Y llegó K. Además estamos muertos, o por lo menos en una agonía que ya
lleva más de un año. Algo terrible, de lo que muchos no nos habìamos dado
cuenta.
El otro Kafka
Todos los comentaristas, incluso en el citado artículo, hablan de "El
Proceso", para lanzar metáforas de elogio al gobierno de Kirchner. Ninguno,
sin embargo, reparó en otro libro del mismo autor, la celebre Metamorfosis
en la que un viajante de comercio aparece una mañana convertido en
cucaracha.
¿No será en realidad esa la clave para entender lo que está pasando en el
país? ¿Estaremos viviendo un intento de metamorfosis inversa, donde las
cucarachas se intentan disfrazar de honestos comerciantes?
¿Cómo se explica si no que nos digan que ya se fueron todos, y que sin
embargo el gobierno tenga tantas manos derechas, desde Scioli, reconocido
menemista, hasta Beliz, hombre del Opus Dei? ¿Como se explica, si fueron
todos, las medidas que por más que no aparezcan en la tapa de los
diarios está preparando el gobierno?.¿Por qué si se derogan las leyes de
impunidad, Zafaroni
dice que no sirven para meter presos a los milicos y se termina restaurando
la teoría de los dos demonios? ¿No será que en realidad Kirchner está
haciendo una especie de aggionarmiento extremo del "que se vayan todos"
para que al final no se vaya ninguno, pero salgan en la foto con cara de
probos y honestos? ¿No será que el peronismo reciclado está haciendo su
última jugada para seguir llevando las riendas del país? ¿Cómo los que
hasta ayer se odiaban a muerte -ejemplo Jozami e
Ibarra- hoy vuelven a estar juntos en las listas electorales? ¿No era
menemista Macri, que ahora se postula como "politico nuevo"?
¿Se acabó la impunidad? ¿Se acabó la inseguridad que reinaba en el país
hace hace dos semanas?
Las preguntas son muchas, y de las más variadas. No queremos dar las
respuestas, sino formularlas para que cada uno se las responda por si
mismo.
Las preguntas capciosas son, creemos, parte de nuestra tarea: somos el
tábano sobre el caballo, el mozcardón.
Los muertos que vos ¿matasteis?.
Queda, sin embargo, una segunda cuestión. ¿Los movimientos sociales estamos
realmente agonizando desde el año 2002?. Preocupados, hemos realizado una
investigación al respecto; fuimos al médico y nos ordenó un chequeo
general.
Más allá de una anemia -algo común en nosotros- todavía tenemos signos como
para vivir, por lo menos, algunos años más.
Sin embargo, eso no resuelve el problema. Lo que se nos achaca es haber
dejado de producir movilizaciones espectaculares, el no haber logrado que
se vayan todos o, en lenguaje teórico habernos constituido en sujeto
político.
¿Qué esperaban?. Nosotros creemos que lo que se acabo en el país es la
creencia cuasi màgica de que todo se solucionaba a golpe de cacerola, que
la autogestión generalizada estaba a la vuelta de la esquina. No señor; los
cambios profundos llevan tiempos largos, las construcción de herramientas
que permitan dar vuelta nuestra situación también. Y los momentos
explosivos, cuando el poder siente temblar el piso, son grandes saltos
adelante, pero generalmente no más que eso. El 20 de Diciembre fue un
despertar, uno grande y rudioso; fue el parto de un movimiento social, y no
su último acto. Los despertares, los momentos efusivos no duran para
siempre; la marea en algún momento baja, y generalmente el poder -que no
cae en el primer intento- ensaya salidas, engaños y hasta represalias. Pero
detrás del fuego mediático, los movimientos siguen vivos, construyéndose,
aprendiendo de si mismos y de la realidad en la que se mueven. Por más que
los editorialistas no lo vean por televisión.
Entonces, esta editorial, además de formular preguntas molestas y sumarnos
a la moda kafkiana, tiene un objetivo claro: decir que simplemente
seguimos
vivos y trabajando por el futuro. Y eso es mucho decir.
Los que se apresuran ahora, como lo hicieron con De la Rua, con Menem y con
Alfonsín, a anunciar partos de "nuevas generaciones de políticos" y muertes
de la "vieja política" o del movimiento social que surge como respuesta al
estado de las cosas, tendrían que seguir releyendo a Kafka. La metaformosís
enseña que uno puede despertar una mañana y encontrarse convertido en
cucaracha. Y que luego, no alcanza con abrir y cerrar los ojos, o ensayar
gestos frente al espejo para volver a la condición de humano.
Algunas muestras -pequeñas y grandes- de que, lejos de los medios de
comunicación adinerados , el movimiento sigue vivo. Se
podrían sumariar las movilizaciones, los encuentros, asambleas y piquetes.
Pero preferimos, por esta vez, mostrar miradas sobre alguneas experiencias de base,
donde se gesta el mañana en este presente de lucha:
Trabajadores de Subterraneos
Mapuches: Aca estamos y aca nos quedamos
Desocupados: Inauguración de una biblioteca en el MTD
Lanus
Union de
Trabajadores Desocupados
Cartoneros
y asambleas: historias de una selva
urbana
Hotel
Bauen: atendido por sus dueños
Transportes
del Oeste: el largo camino de la dignidad
Un año
ocupando un banco