Manos que se hunden en la tierra, topadoras que avanzan con sabor a azúcar y a porotos de soja. La complicidad del mal gobierno, terratenientes y agroindustrias que despojan con la ayuda de bandas paramilitares o directamente con la policia a su servicio. Venas de oro que se desengran infectadas de saqueo y contaminación. Crisis energética que anuncia buenos negocios para empresas multinacionales, más saqueo y más mal gobierno para el pueblo. Las manos se hunden profundamente en la tierra y empiezan a cosechar rebeldía.
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