El Bloque Piquetero Nacional y otras organizaciones manifestaron masivamente a Repsol- YPF en Buenos Aires, para oponerse al incremento de las tarifas y para reclamar garrafas para los comedores y para que la "garrafa social" sea de 10 pesos y no de 18. Dos automovilistas impacientes -que probablemente venían escuchando alguna radio fascista que insta a defender ante todo "el derecho a circular"- quisieron avanzar por sobre las columnas, lo cual fue lógicamente impedido. En la sede de la multinacional los directivos se comprometieron a estudiar las demandas y ver la posibilidad de efectivizarlas.

Mientras tanto, en Constitución, el Bloque de Organizaciones Obreras y Populares (BOP) reclamó trabajo genuino a la empresa consesionaria, Metropolitano. Se exigía reincorporación de los despedidos, y nuevas fuentes laborales, además de subisidos para obras y proyectos productivos. Las boleterías fueron liberadas y los pasajeros pudieron viajar gratis. Finalmente la empresa dijo que cumpliría con los reclamos, aunque denunció "por extorsión" a las organizaciones.

En La Plata, organizaciones de desocupados, estudiantes y partidos de izquierda realizaron un escrache a la empresa multinacional Camuzzi Gas Pampeana, reclamando que "la crisis energética la paguen los culpables".

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