El 12 de agosto un operativo brutal a cargo de 200 policías
bonaerenses, comandados por el comisario Julio Ducid y ordenado por el juez comercial Miguel
Gutiérrez Cabello, desalojó a 100 obreros de la
planta de la empresa Gatic en la localidad de Pigüé, al sur de la provincia de Buenos Aires. Las instalaciones de Gatic, una empresa vaciada y quebrada fraudulentamente por el empresario Bakchelián, estaban ocupadas desde hacía meses por sus trabajadores, que luchan por la recuperación de la empresa bajo la autogestión, con el apoyo del Movimiento Nacional de
Empresas Recuperadas (MNER) y la comunidad de Pigüé
(incluidos su intendente y cuerpo de concejales). Los policías fueron desplazados desde otros puntos de la provincia, de los que partieron tres días antes y entraron a la planta a fuerza de gases, palos y balas de goma, en una operación que, desde ya, estaba planificada con anterioridad a
la orden de desalojo (ver
informe completo).
Mientras tanto en Zanon, la fábrica de cerámicos
recuperada en Neuquén, se discutió un plan de
lucha como respuesta a las nuevas amenazas de desalojo, plan que
comenzó con la participación en una movilización
de 5000 personas por las calles de la ciudad. El juez del
concurso de Zanon, German Páez Castañeda, ha fijado
las
fechas para la finalización del proceso del concurso de
acreedores, sin reconocer la cooperativa que han formado los
trabajadores. Esto abre las puertas para que
Zanon, o bancos o capitales privados intenten terminar con la
gestión
obrera que lleva casi 3 años en la fabrica y actualmente da
trabajo a 400 obreros (170 más que al principio) que ganan
un promedio de 1000 pesos mensuales cada uno. A esto, se le suma que el
gobierno
de Neuquén se presentó por primera vez en el
concurso, con un escrito diciendo que los obreros de Zanon tienen que
dejar la planta para que vuelva a sus "legítimos
dueños", y que el gobierno va a financiarles un
microemprendimiento.
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