"Animaná S.A. versus Corregidor, Viñaval, Meriles y otros sobre desalojo", expediente numero 71163/03, presentado así pareciera ser un caso mas de desalojo, pero tras esto, se esconde una increíble historia de despojos y abusos de poder.
San José de Animaná es un pequeño caserío a 1.700 metros sobre el nivel del mar, de suelo totalmente pedregoso, y está enclavado al pie de unos bellísimos cerros que acarician las nubes. Se sitúa entre las ciudades de Cafayate y San Carlos en el kilómetro 1063 de la ruta Nacional 40, en Salta. Allí viven miembros de la comunidad diaguita, con Personería Jurídica 296, desde hace más de 500 años. A pesar de que los libros de historia se empeñan en conjugar verbos en pretérito al nombrarlos “…los Diaguitas eran sedentarios, vivían de la caza y la pesca, habitaban…”, ellos siguen allí.
Mientras Luis Murga fue senador por el Partido Justicialista hubo un cambio grande en Animaná: se alambró toda la extensión que hoy, el ex-senador, reclama como propia, dejando a los aborígenes prisioneros del encordado de púas, quienes deben pasar por entre los alambres si desean salir al igual que los niños cuando se dirigen a la escuela y sus bicicletas.
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