El 8 de marzo de 1909, 129 trabajadoras de la textil Cotton de Nueva York fueron quemadas vivas por la patronal dentro de la fábrica que mantenían ocupada en demanda de jornadas laborales de 10 horas, aumento salarial y descanso dominical. Un año después, el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas declara al 8 de marzo como día de la mujer trabajadora. Un siglo más tarde, la explotación capitalista es tan salvaje como era entonces, el avance de las grandes corporaciones y los fundamentalismos se da en todo el mundo, las represiones son igual de brutales y los aparatos represivos siguen usando la violencia sexual como método de tortura. También las luchas de la mujeres contra la explotación del capitalismo y la opresión del patriarcado, siguen siendo tan heroicas como las que iniciaron el siglo pasado.
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