Los trabajadores del frigorífico habían conseguido,
hace 40 días, que el Ministerio de Trabajo declare la
conciliación obligatoria en el conflicto que mantienen
con la patronal por aumento de salario,
recategorización del personal, contra los despidos y
por el blanqueo del personal tercerizado. La
conciliación dictaminó que el conflicto que están
atravesando los trabajadores era laboral (y, por lo
tanto, colectivo) y no individual, como trataba de
forzar la empresa. La conciliación terminó y la
patronal no acató esta resolución, por lo que los
obreros presentaron un amparo ante el juez por los
sueldos atrasados desde mayo. Los trabajadores fueron violentamente desalojados de la fábrica por la policia. En la calle, continúa el acampe en las puertas del frigorífico. La policía sigue amenazando. Más información en Sección
Trabajadore/as