El
Registro Único de Beneficiarios, RUB, es de los tantos programas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sostenido casi exclusivamente por trabajadores contratados bajo el régimen de locación de servicio. A pesar de la precariedad y vulnerabilidad que implica este tipo de contratación, más de 60 trabajadores iniciaron desde el año pasado un proceso de organización y sindicalización en reclamo de mejores condiciones de trabajo. Hace mas de
un mes luego de una huelga realizada por los trabajadores en reclamo de mejoras salariales, la dirección (que depende directamente de Raúl Fernández, Jefe de Gabinete) echó a dos trabajadores, cerró el diálogo y demoró el pago de los sueldos. La directora general,
Sandra Castillo, actual candidata a legisladora de la Ciudad de Buenos Aires por el Partido Socialista se resiste a dialogar a los trabajadores, prefiere la persecución sindical a través de despidos injustificados y la intimidación. Obligándolos incluso a trabajar bajo llave.
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