Lucas Ivarrola fue secuestrado, torturado, baleado y quemado por tres hermanos, dos de ellos suboficiales de la Armada, el lunes 26 de junio en la localidad de Moreno. El día del entierro de Lucas, sus familiares y algunos vecinos incendiaron la casa de los hermanos Romero, autores del asesinato. El caso tuvo una gran repercusión en los medios de alcance nacional, haciendo hincapié en la brutalidad del hecho, en que el adolescente había sido secuestrado en un Ford Falcon verde, y en lo terrible de hacer justicia por mano propia.
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