El pasado 3 de noviembre, Pervez Musharraf, presidente y general pakistaní, declaró el estado de excepción en el país. Justificó la decisión porque "el sistema gubernamental del país estaba paralizado por las injerencias judiciales" y a causa del "choque entre las instituciones gubernamentales y el sistema judicial". Entre los detenidos, que ya son mas de 2.000, figuran centenares de abogados, magistrados, responsables y militantes de partidos políticos opositores, y figuras destacadas de la sociedad civil.
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