Los sojeros talaron 5 millones de hectáreas de bosques y montes desde 1996 a la fecha.
En Argentina, durante el menemismo empresas multinacionales como Cargil y Monsanto, dedicadas a la explotación agropecuaria tuvieron el camino libre para iniciar cultivos masivos de semillas genéticamente modificadas. En poco tiempo la soja transgénica se posicionó como el principal monocultivo de exportación generando gran cantidad de divisas. Estas mismas empresas son las que tienen el control de todo el proceso productivo; que necesitan, para que la rueda de la fortuna no se detenga, expandir constantemente las áreas sembradas, la tierra rica para los negocios.
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