Sujeta a la escoba, barre, limpia, aprende la disciplina del barrido, la tierra vuela, se desplaza, invade, ¿qué pasaría si dejáramos la servidumbre de la belleza y el agrado?, las buenas costumbres nos tornan dóciles… el lamento en solitario es injusticia, hay que registrar el tiempo perdido, las palabras del daño, esas que hicieron de tu cara el mapa de su victoria fálica, tu guión en la escena de la obediencia… Vos pensás que estoy hablando de otro tiempo, que eso no pasa, ¿han doblegado tu pasión arisca, acaso?
Así es más fácil, quieren sólo una parte tuya, ¿el agujero?, porque a veces en eso nos convierten, ¿todavía no sentís el dolor? las miradas desgarran las ropas y hacen de la violación un espectáculo público repleto de cómplices. No es nuestra tarea soportarlo. Sujeta la escoba, agita tu arma, otras volaron y fueron quemadas, hoy el fuego se enciende en el plan, la beca, la cámara, la cárcel, el dinero, ¿por qué nuestros cuerpos deben humear en la pira de la pobreza?
Más información en Sección Generos