Se efectivizó la orden de extradición ordenada por el Juez Lijo, avalada por la Corte Suprema de Justicia y allanada por la decisión del Poder Ejecutivo de negar el asilo político a los campesinos paraguayos que en el 2006, huyendo de la persecución judicial, se refugiaron en nuestro país por consejo del embajador argentino Romá. La decisión, rompe una larga tradición americana y nacional de respetar la figura del refugio político que fue utilizada desde Sarmiento y Alberdi hasta el actual funcionario kirchnerista Duhalde. Una vez más se ha instalado el discurso dictatorial de "por algo será", que justificó el genocidio de Videla y Cía.
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