La semana pasada, del 8 al 10 de julio, a ocho años de la cumbre de Génova, los líderes de las ocho economías más poderosas del planeta (EEUU, Japón, Alemania. Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá y Rusia) volvieron a reunirse en una nueva cumbre en Italia. Esta vez, el lugar elegido por el anfitrión Berlusconi, fue la ciudad de L’Aquila. Protegidxs por un mega operativo de seguridad que movilizó a más de dos mil quinientos soldados y que incluyó un escudo aéreo antimisiles, lxs jefxs de Estado y Gobierno (que no representan ni el 12% de la población mundial) toman decisiones sobre políticas globales que comprometen a las seis mil millones de personas que habitamos este planeta.
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