(Por Pampa Roja) - A dos días del hallazgo de los cuerpos de la familia Pomar, dos movilizaciones se llevaron a cabo en Pergamino. Una distinta de la otra. La primera se limitó a señalar “negligencia” e “inoperancia” policial. La segunda que tuvo un contenido auténticamente popular ligó el accionar policial con la corrupción, el gatillo fácil y la política de “tolerancia cero”. Casi termina en la toma, por lo menos de hall, de la Jefatura departamental de Pergamino. Las diferencias entre estos dos fenómenos de movilización marcan los dos enfoques que la sociedad hace sobre este sonado caso que promete seguir dando que hablar.
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