La
alegría se hizo calle. La emoción llenó a todos y todas. Las lágrimas de alegría
y recuerdo brotaron en todos los ojos. Cuando se escuchó “...a la pena
de prisión perpetua...”, cinco veces explotó bulevar Oroño. Fueron 34
años de lucha. Siete meses de juicio. Tal como se deseaba, la reclusión será
en cárceles comunes. Y los delitos fueron considerados crímenes de lesa
humanidad.
Desde temprano, el Espacio Juicio y Castigo había organizado una radio abierta en la que se le fue dando la palabra a compañeros y compañeras de organizaciones que se estaban sumando a la espera de la sentencia. Que llegó pasadas las 12.30 horas. Pascual Oscar Guerrieri, Juan Daniel Amelong, Jorge Alberto Fariña, Eduardo Rodolfo Costanzo y Walter Salvador Dionisio Pagano fueron los genocidas condenados.
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