El
miércoles próximo pasado, de manera sorpresiva, la presidenta Cristina
Fernández ordenó el reemplazo total de la cúpula de las Fuerzas Armadas.
La designación de César Milani como jefe del Ejército reavivó las
críticas que hace tres años se habían planteado al discutirse en el Congreso
su ascenso al grado de general de división. Entre otros elementos, se
acusa a Milani de haber participado como subteniente especializado en
Inteligencia en el Operativo Independencia, en Tucumán, al ser
destinado al Batallón de Ingenieros de Construcción 141, entre febrero
de 1976 y de 1977, bajo el mando del general Acdel Vilas y, luego, de
Antonio Bussi. El nuevo Ministro de Defensa Agustín Rossi rechazó
los cuestionamientos a Milani.
Además, a pesar de su ascenso, Milani va a retener en sus manos el
área de Inteligencia, donde se maneja un presupuesto de más de
300 millones, superior al de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura
y Policía de Seguridad Aeroportuaria juntas.
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Derechos Humanos
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