El lunes, al caer la noche, cinco camionetas de Gendarmería irrumpieron
en la redacción de La Garganta Poderosa, en el barrio Zavaleta de la ciudad
de Buenos Aires, estacionaron enfrente y abrieron sus puertas para que bajaran
decenas de gendarmes armados, sin identificación y en muchos casos encapuchados,
con sus escopetas en mano. Un compañero salió a preguntar el motivo de tamaño
operativo y a solicitar que se identificara el responsable, pero no se identificó
absolutamente nadie.
El 7 de septiembre, desde la Garganta habían hecho pública en las redes
sociales la muerte de Kevin, de sólo 9 años, que quedó preso en medio
de una balacera entre bandas ajenas al barrio, denunciando la connivencia
de Prefectura y Gendarmería con las bandas narcos. Más información en Sección Derechos Humanos |