La crisis económica mundial, el crecimiento de varias derechas y el regreso potencial de la guerra por la posible secesión de Crimea constituyen de conjunto una visión fantasmagórica tan compleja como preocupante. El fantasma de la crisis económica se muestra de larga duración, más allá de las conclusiones del reciente Foro de Davos cuando determinó que “…la crisis ha terminado”. Dicho esto en el sentido que no se sigue extendiendo, aunque reconociendo que “…hay muchos problemas a resolver”. El horizonte que se avizora no permite despejar el temor de que se trata de una recuperación frágil y malsana, que incluye la permanencia de altos índices de desocupación (12.0 en la Zona Euro y 10.7 en la UE), con picos altísimos en Grecia, España, Portugal, Italia y Chipre entre otros países, que afecta doblemente a los jóvenes, un incremento de la precarización laboral y una degradación de las condiciones de vida. Esta combinación trágica se expresa con fuerza en el plano de la política, donde por derecha e izquierda –los movimientos sociales de masas se multiplican, aunque sin unidad política- se cuestiona fuertemente el régimen instituido. Es posible verificar en Europa un retroceso de los derechos democráticos, mayores niveles de control social y judicialización de las protestas a la par que las corrientes reaccionarias y fascistas intervienen cada vez más eficientemente en la escena pública. Además: UCRANIA EN EL JUEGO DEL PODER GLOBAL / VENEZUELA: DEL GOLPE SUAVE AL ATAQUE FASCISTA / EL MANUAL GENOCIDA DE WASHINGTON / GOLPES EXPORTADOS / PARAGUAY: NUEVO ASESINATO DE DIRIGENTE CAMPESINO / LA COPA EN BRASIL / ANIVERSARIO DEL MST / ESPAÑA: SILENCIO MEDIÁTICO CONTRA MOVILIZACIÓN OBRERA Más información en Sección Internacionales |