El único imputado es el policía Diego Torales, acusado por las torturas
contra Luciano Arruga en el ex destacamento de Lomas del Mirador, en el
marco de una detención ilegal del joven ocurrida el 22 de septiembre de
2008, meses antes de su secuestro y desaparición. Mónica Alegre, mamá de
Luciano, y Rosaura Barletta y Matías Bregante, integrantes de Familiares
y Amigos, dan cuenta de sus sensaciones ante el inicio de este proceso,
del que esperan una condena ejemplar que refleje el carácter sistemático
del accionar policial y que sirva para que otros pibes no vuelvan a pasar
por lo que vivió Luciano. Será el primer juicio vinculado a situaciones
sufridas por Luciano, en este caso en la etapa previa a su secuestro y desaparición,
ocurridos el 31 de enero de 2009. Sus familiares y amigos lo consideran
"una gota en un vaso que todavía tenemos que llenar".
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