El Batallón de Inteligencia 601 del Ejército -cuya sede funcionó en Callao
y Viamonte, ciudad de Buenos Aires- fue el cerebro del accionar represivo,
ilegal, clandestino y sistemático del terrorismo de Estado.
Pese a los reclamos de preservación, la ausencia de los poderes públicos
de la Nación y la Ciudad permite la demolición interna y la pérdida de
toda memoria histórica existente en este lugar.