En la madrugada del 6 de febrero del 2002, caía Javier Barrionuevo, el primer piquetero asesinado en Buenos Aires. El asesino sigue impune. Las organizaciones que participaban de aquel piquete siguen en la lucha reclamando justicia y luchando por las mismas razones que llevaron a Javier a acercarse a ese su primer piquete: Trabajo, Dignidad y Cambio Social. Tenía 23 años y nunca antes había participado en un movimiento. Esa noche se acercó para participar del plan de lucha.

La por ese entonces Coordinadora de Trabajadores Desocupados "Anibal Verón" realizaba en la ruta 205 a la altura de El Jaguel un piquete reclamando planes de empleo y alimentos para los comedores populares. Javier estaba mateando y conociéndose con los compañeros. De pronto un Ford Falcon sin patente (como los de la dictadura) atravesó el corte de ruta. El conductor era Jorgue “Batata” Bogado, un parrillero de cercano vínculo al municipio menemista de Ezeiza y a la policía local, una de las más corruptas y brutales del conurbano. Cuando las personas del piquete se le acercaron para preguntarle a Bogado qué hacía, sin vacilar abrió fuego con su 9 milímetros hiriendo de muerte a Javier Barrionuevo en el cuello. Luego se bajó con el arma en alto y amenazó "no quiero matar a ninguno mas". El piquete estaba siendo custodiado por efectivos de la comisaria 5° de Jaguel en todo momento pero misteriosamente desaparecieron cuando el asesino hizo su aparición. Es asesinato sigue impune.

Los Movimientos de Trabajadores Desocupados "Anibal Verón" realizán movilizaciones para escrachar a los asesinos, denunciar la impunidad, reclamar justicia y homenajear al compañero caído. Comunicados: 1 y 2.

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