Ninguneada
mediáticamente, a diferencia de aquella impresionante convocatoria del
3 de junio por el Ni Una Menos, la jornada del 25 de noviembre en el marco
del Día Internacional de Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres,
contó de igual manera con masivas movilizaciones a lo largo del territorio
nacional. Se reafirmó así el crecimiento de la movilización en torno a
reivindicaciones propias del movimiento de mujeres y la mayor conciencia
y rechazo a la violencia de género que se comprobó durante el transcurso
del presente año. Lo que no se traslada, sin embargo, en un freno
a los crímenes más brutales del patriarcado: según un relevamiento
de la Casa del Encuentro, entre el 1° de enero y el 31 de octubre
de 2015 se registraron 233 femicidios, contando los femicidios “vinculados”
de mujeres y niñas; además de 36 femicidios “vinculados” de hombres y
niños.
Por eso, entre las principales consignas se contaron reclamos al Estado
nacional para que realice acciones concretas, como la puesta en marcha
de un Plan Nacional de Emergencia Contra la Violencia hacia las Mujeres
y mayor presupuesto para el Consejo Nacional de la Mujer. También se reclamó
por la violencia contra mujeres trans, el pedido de basta de travesticidios;
la aprobación del aborto seguro, legal y gratuito; el desmantelamiento
de las redes de trata; y terminar con la desigualdad y precarización laboral.
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