El lunes 29 de febrero, después de tres jornadas de juicio, el tribunal oral
nº 1 de Quilmes condenó al subcomisario Alfredo Veysandaz, de la policía
bonaerense, a la pena de 21 años de prisión por el asesinato de David Vivas
y Javier Alarcón, y la tentativa de homicidio de Marcelo Lúquez. Aunque
consideraron el agravante por el uso de arma de fuego, y computaron los
tres hechos como homicidio, frustrado en un caso, se negaron a aplicar la
figura calificada por la condición de miembro de una fuerza de seguridad
estatal del homicida, castigada con prisión perpetua. La alegría por
la condena no nos impide señalar que, una vez más, la justicia del sistema
se anima a condenar al asesino, pero se esfuerza en preservar al aparato
represivo del estado señalaron desde CORREPI.
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EN LA CAUSA FAVERO / OSCAR CASTELNOVO: “LA CÁRCEL ES UN ESPACIO
DEL QUE NUNCA SE FUE LA DICTADURA”
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