La libertad de Pipitó –rebaja de la condena incluida– es otro eslabón en la cadena de impunidad, que comenzó el mismo día de la sentencia, cuando el tribunal oral rechazó la calificación del crimen de Mariano y las tentativas de homicidio que sufrieron Elsa Rodríguez y otros compañeros, señalaron desde el Partido Obrero, donde militaba Mariano Ferreyra. De ese modo, José Pedraza y sus secuaces zafaron de una condena a prisión perpetua. Los funcionarios y empresarios que, junto a Pedraza, rapiñaban los subsidios del Estado y explotaban a los obreros ferroviarios sometidos al régimen de la tercerización, nunca fueron investigados. Antes de la liberación de Pipitó, Pedraza se benefició con la prisión 'domiciliaria' en un piso de Palermo Chico y el camarista Eduardo Riggi –metido hasta el cuello en la 'causa de las coimas'– fue sobreseído, primero, por Norberto Oyarbide y luego, por la Cámara, que rechazó el recurso de queja presentado por Beatriz, la mamá de Mariano, e impedir así que el caso llegara a la Corte. Más información en Indymedia Trabajadoras/es |