Un repartidor de harina de 57 años fue brutalmente agredido por personal
del Centro de Operaciones de Tigre (COT) y de la Policía bonaerense, luego
de pedirle al móvil que se corriera del lugar donde tenía que estacionar
para hacer la carga y descarga de la mercadería. El hombre recibió un culatazo
en la cabeza y terminó con una pierna quebrada, luego de que uno de los
efectivos se le tirara encima. Además, quedó detenido en esas
condiciones durante toda la noche en la comisaría de Benavidez junto a otros
tres trabajadores que intentaron defenderlo.
El inspector del COT Héctor Eusebio Sosa, principal responsable del
ataque contra el trabajador, es el mismo que, como cabo 1º de la Bonaerense,
fusiló tres pibes entre 1999 y 2006. Una prueba cabal de que,
gobierne quien gobierne, el gatillo fácil es política de estado,
señalaron desde la Coordinadora contra la Represión Policial
e Institucional (CORREPI).
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