Treinta familias de origen guaraní, kolla y wichí se encuentran desde el pasado martes sin un lugar donde vivir, debido al desalojo ordenado por la jueza Cristina del Valle Barbará de Morales (hija del intendente de Orán, Eliseo Barbará). Los damnificados realizan un improvisado campamento frente al acceso de la Comunidad Indígena del Paraje Río Blanco Banda Norte. Hoy por la mañana manifestaban frente a los Tribunales en la ciudad de Orán.
Las tierras en disputa constan de 500 hectáreas y son reclamadas como propias por la empresa Higamar SA, quien no ha realizado ningún tipo de trabajo en la región. Otras sesenta familias habitan en los márgenes del paraje, y aún no han sido desalodas.
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