En una entrevista publicada el 7 de septiembre por el diario La Nación, el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, sostuvo: “Nunca hablé con quien comandó el operativo antes de iniciarse”. Así dio por aclarada su ajenidad al ataque efectuado el 1º de agosto por Gendarmería en la Pu Lof de Cushamen que produjo la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Una falsedad: el funcionario –según datos filtrados a Tiempo Argentino por una fuente próxima al juzgado federal de Esquel– tuvo profusas comunicaciones previas, contemporáneas y posteriores a esa acción con sus dos responsables tácticos, el jefe del Escuadrón 35 de El Bolsón, Fabián Méndez, y el subjefe del Escuadrón 36 de Esquel, Pablo Escola. Eso se desprende del peritaje de la Policía Federal a más de 70 teléfonos de los uniformados participantes en la faena. Una prueba indubitable, ya que se trata del análisis de su contenido sobre una copia forense de los aparatos; es decir, una suerte de espejo inalterable que hasta recupera registros borrados. Por Ricardo Ragendorfer, Tiempo Argentino Más información en Indymedia Derechos Humanos |