“Heredero de una noble tradición, de la cual José Carlos Mariátegui fue el gran precursor, el Che concebía al marxismo en sintonía con la Tesis Onceava de Marx: en vez de interpretar el mundo, de lo que se trata es de cambiarlo. Como Lenin, creía que 'el marxismo no era un dogma sino una guía para la acción'. Por eso, si la teoría se daba de bruces con la realidad aquélla debía ser meticulosamente revisada. Si el eurocentrismo del marxismo originario no le hacía lugar a la revolución socialista en la periferia había que liberarlo de esos condicionamientos y recrear la teoría para dar cuenta del inédito desafío práctico que no había sido previsto por los padres fundadores. Y si los 'manuales' soviéticos postulaban una visión etapista y mecanicista según la cual no podía haber revolución socialista sin que antes hubiera una revolución democrático-burguesa liderada por la burguesía nacional, lo que había que hacer era arrojar esos textos por la borda y repensar todo de nuevo”. Más información en Sección Discusiones |