La convocatoria, lanzada el viernes pasado por el sector de la CGT liderado por el camionero Pablo Moyano, junto a la Corriente Federal de los Trabajadores del bancario Sergio Palazzo, la CTA de los Trabajadores de Hugo Yasky y la CTA Autónoma de Pablo Micheli, contó con duros discursos contra los tres proyectos de ley y el gobierno nacional, pero fue muy amable con el rol de la cúpula de la CGT que acordó la reforma laboral y no mueve un dedo contra las restantes, aunque discursivamente se exprese en contra. Los discursos desde el escenario tampoco reclamaron una huelga ni propusieron un plan de lucha. Organizaciones de la izquierda partidaria y sectores del clasismo movilizaron en una columna aparte, como vienen haciendo en este tipo de convocatorias. Queda claro, como en las movilizaciones de marzo, particularmente en la convocada por la CGT en aquella ocasión del robo del atril, que cuando encuentra algún punto focal, se expresa el malestar de buena parte de la clase trabajadora argentina en las calles. Así se dan estas expresiones multitudinarias de rechazo a las políticas de ajuste neoliberal. No queda claro sin embargo, que esta apurada convocatoria que algunos comparan con la dinámica del MTA y la CTA de los 90, sea la expresión que sintetizará esa voluntad política de resistencia. Por su parte, el 6 de diciembre otra convocatoria intersindical distinta hará su marcha. Más información en Indymedia Trabajadoras/es |