Como siempre pasa en estos casos, enseguida salieron a decir mentiras absurdas sobre lo sucedido: que se había caído, que se quería colar. La verdad testimoniada por sus padres es que tenía la ropa manchada de azul por los chorros que tira la policía y su cuerpo tenía las marcas de las balas de goma y de los palazos recibidos. En sus bolsillos estaba intacta la entrada el recital que había sacado dos meses atrás. Una vez más un joven es víctima de la policía que se supone debe protegerlos y el hecho se da –no casualmente- en medio de una escalada represiva favorecida por declaraciones de figuras mediáticas.
Pese a la gravedad de su estado, la familia de Rubén no pierde las esperanzas de un milagro y por eso pide que de momento no sé hagan movilizaciones en su nombre, la murga Mata Mufa acompaña la decisión de la familia y esperan a que ellos convoquen. Lo que sí están necesitando conseguir testigos que den información sobre toda la represión desatada en el acceso al estadio y sus inmediaciones.
A todas y todos los que puedan dar su testimonio les piden que escriban a cazule@hotmail. com