La represión y/o criminalización continúa siendo la respuesta que el estado da a algunos conflictos sociales que no pueden ser invisibilizados ni acallados, en una sociedad donde existen profundas brechas sociales y económicas. Buenos Aires no es la excepción, más de un siglo de crisis habitacional ha dejado profundas secuelas. Actualmente son 3 millones los espacios usados como viviendas que tienen alguna deficiencia y están muy lejos de poder ser considerados como una vivienda digna. A lo que debe sumarse la imposibilidad de muchas familias de acceder a un alquiler, que es apenas una solución de corto plazo.
Sin embargo la población va encontrando, mediante la organización y la lucha, respuestas a sus necesidades. Una nueva característica de las recientes ocupaciones es el rechazo a toda conducción política partidaria por parte de quienes ocupan. Más allá del show mediático, las detenciones de individuos acusados de "cabecillas", e incluso más allá de los intentos de organizaciones sociales por controlar y conducir las tomas, lo cierto es que se puede hablar de un movimiento okupa sin otra dirección que la voluntad de las asambleas organizadas para la ocasión. Esta característica explica la permanencia de la toma que ni los terratenientes, ni los gobiernos pueden jaquear mediante la amenaza o la cárcel, para lograr su objetivo de disponer de las tierras para usufructúo comercial.
Allí estaban, las mujeres procesadas judicialmente como método de amedrentamiento para expulsarlas de territorios impregnados de intereses del negocio inmobiliario, allí estaban los cuerpos y las banderas haciendo solidaridad, allí estaba el comité de apoyo solidario. Y una emotiva alegría surge al saber el veredicto: “No serán desalojados”. Hubo una resistencia organizada y cientos de solidarias manos que empapelaron la ciudad informando que nueve personas estaban siendo enjuiciadas por luchar por vivienda digna. La organización y la lucha consiguieron que todas las personas fueran desprocesadas.
Comunidad Qom desalojada acampa en la 9 de Julio – ahora en huelga de hambre |
Para nosotros es un día de profunda tristeza. Hace un mes la policía provincial participó en dos hechos violentos contra nosotros. Por la mañana fue testigo del intento de asesinato de nuestro líder Félix Diaz por parte de la familia Celia, simuló tirar sus armas y un abuso sexual. Por la tarde llegó al corte, nos reprimió salvajemente, intentó nuevamente asesinar a Félix y quemó todas nuestras pertenencias. En dicha represión dos personas perdieron su vida innecesariamente, un joven oficial y nuestro hermano Roberto López. Roberto era un anciano mariscador, cazador de ñandues y entregó su vida para defender nuestro territorio y a su familia. En nuestra comunidad seguimos padeciendo por la falta de viviendas, DNI, agua y seguridad. Más Información Conferencia de Prensa.
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Centro Universitario Devoto |
Finalmente, después de una prolongada lucha que incluyó una huelga de hambre de más de 50 días, el Ministerio de Justicia suscribió un acuerdo con la Universidad de Buenos Aires para restituir las actividades del Centro Universitario Devoto, desmantelado por el Servicio Penitenciario Federal. Los seis presos-estudiantes que sostuvieron la medida de fuerza reconocieron la importancia de los apoyos recibidos por parte de organizaciones sociales y personalidades del ámbito académico, al tiempo que señalaron la responsabilidad de Alejandro Marambio, director del Servicio Penitenciario y de los funcionarios políticos que lo sostienen en el intento de destrucción del CUD.
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20 de Diciembre
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