Es difícil mencionar José León Suarez, sin recordar inmediatamente la primer crónica novelada de Rodolfo Walsh, “Operación Masacre”, donde relata su investigación sobre unos fusilamientos ocurridos en 1956. Esta vez, en el 2011, también hubieron balas de plomo que salieron de efectivos de la represión estatal, también hubo una masacre.

Como si de un juego de cacería se tratase, uniformados de la policía bonaerense, cuidando el contenido de unos vagones de un tren descarrilado, dispararon a su gusto asesinando a dos jóvenes, sabiendo que la impunidad está del lado del gatillo fácil, y que cuanto mucho tendrá unos meses suspendido, y que están habilitados para matar, sobretodo a jóvenes pobres.

Unos pocos meses estuvieron suspendidos los policías acusados con pruebas contundentes de haber secuestrado y torturado hasta la muerte a Luciano Arruga, en el barrio de Lomas del Mirador, también en la provincia de Buenos Aires.    

Mientras tanto, el pseudo-debate hiper-mediático vuelve a intentar imponer la idea de la necesidad de una baja en las edad de imputabilidad.

Lejos, muy lejos de intentar identificar y corregir los conflcitos sociales que originan que un menor cometa algo que el Código Penal dice que es delito, la solución que sigue ofreciendo el gobierno de empresarios y los empresarios del gobierno es represión y terror. Esa misma represión que en Tunez llevó a un jóven vendedor ambulante a prenderse fuego como protesta.
Es con represión y gatillo fácil como se pretende seguir imponiendo el órden económico-social. Muy lejos de debatir la efectividad de las cárceles o siquiera sus condiciones actuales, la derecha mediática proclama meter adolescentes en las cárceles y si la dejarían metería niñas y niños (por ahora sólo lxs esclaviza).

Mientras tanto, continúa el Acampe Qom en la Avenida 9 de Julio y el gobierno instala más gendarmes en la calle de los barrios pobres, y los negocios inmobiliarios siguen excluyendo a las personas sin techo de todo techo; mientras tanto, se empapelan las peredes de afiches con caras de políticos electoralistas. 

Si el blanco de la represión y de la criminalización es la pobreza, la protesta, la solidaridad y la organización, entonces, quiere decir que eso es molesto para el poder, entonces quiere decir que debemos organizarnos los pobres y con solidaridad superar la protesta.

Los policías habrían confundido a la víctima (Marcos de 14 años) y sus amigos con delincuentes que operaban en la zona.
En la medianoche del lunes, cuando los familiares y amigos de Marcos se enteraron de lo sucedido, fueron a la comisaría para pedir explicaciones. Allí se enfrentaron con piedras ante los efectivos y cortaron la calle en señal de reclamo.
Antes, el 19 de diciembre, el Sargento 1º Capello, integrante de la División Roca de la Policía Federal Argentina, apuntó con su arma reglamentaria al grupo de artistas que realizaban un mural de cerámica en memoria de Mariano Ferreyra