El pasado viernes culminó en Córdoba la primera semana de un juicio en el que están puestas las miradas de todo el país. Más allá de que los juzgados son dos empresarios agropecuarios y un aerofumigador que rociaron con veneno a lxs habitantes del Barrio Ituzaingó Anexo en los años 2004 y 2008 -a pesar de las prohibiciones-, se encuentra sentado en el banquillo de los acusados un modelo productivo basado en la soja transgénica y fumigada, un modelo económico en el que la producción y la ganancia tiene más valor que la salud y la vida.
Durante los días transcurridos se leyó la acusación y desfilaron por la sala de audiencias de la Cámara I en lo Penal de Córdoba diversos testigos, entre ellos, varias integrantes de las Madres de Ituzaingó, vecinxs, funcionarios municipales de la época de los hechos investigados, trabajadores del campo y expertos.