El cartel amenazaba (“Cuidado: Perros bravos”), pero no quedaba otra… Algunas palmas, un par de gritos (“Señoraaaaa”) y el interrogante inevitable:

- ¿Tenés idea dónde están los chicos del…?

- “… Eeeeeh, sí (apenas se la escuchaba con tantos ladridos), se juntan del otro lado, cruzando la tranquera”.

Le hicimos caso; ella también a nosotros (dejó los perros atados). “Del otro lado” significaba cruzar la 126 y caminar cien metros, por 63, hasta 127, siguiendo las huellas de barro. Ahí, en los terrenos que la Universidad tiene en el barrio Villa Argüello de Berisso, donde se labura la huerta del MTD Aníbal Verón (en el Frente Popular Darío Santillán), se inauguró este sábado la Biblioteca “Juanito Laguna”.

“Juanito Laguna” (símbolo y concepto artístico que Antonio Berni “agitaba para sacudir la conciencia de la gente, buscando que nadie crea que Juanito es un pobre chico; sino un chico pobre”) es una organización autónoma de extensión barrial que trabaja las actividades coordinadamente con los integrantes del MTD Berisso.

Todo empezó el año pasado, con la inauguración de un mural en la esquina de 130 y 65; y después, cuenta Sebastián, integrante de “Juanito”, “a partir de conseguir una importante donación de libros de la Biblioteca (Municipal) López Merino, tuvimos la idea, conjuntamente con la Verón, de construir este espacio para armar la biblioteca”.

“Este espacio”, pegadito al galpón donde se apoya el horno de barro, empezó a tomar forma en enero. Entre el calor, las rondas de mate, y algún que otro baldazo de agua fría, se pusieron las primeras maderas. Y en apenas seis meses, los chicos del barrio (“Villa Argüello 1”, aclara una compañera) ya tienen su propia biblioteca.

Justo en la mesa más grande de la biblioteca, los chicos empezaron, bien temprano, a llenar globos con harina; mientras, algunos calentaban agua; otros acomodaban las verduras de la huerta; y otros dejábamos la cámara para armar el caminito de chapas y tapar el barro de la entrada: la inauguración era la excusa ideal para divertirse.

Al mediodía ya estaba todo listo: las pizzas, preparadas para poner al horno; los juegos, armados para todos los chicos; y de fondo, “Big Band”, la murga de Villa Argüello.

Después del almuerzo, y ya sin lluvia, también estuvieron los integrantes de “Contra Viento”; y el cantautor Miguel Trafipán. También hubo un tiempito para ver “No olvidamos” y “En construcción”, las producciones de los integrantes del MTD Aníbal Verón; y para que, mientras hablábamos con Sebastián sobre el taller de apoyo escolar que dictan para los chicos del barrio los sábados a la tarde, “Juanito”, de no más de diez años, nos hablara de Darío y Maxi, señalando la tapa de “Dignidad Piquetera” del primer estante de la biblioteca.

::enlaces:: fotos+crónica