Ayer al mediodía se realizó una movilización en repudio de la brutal represión que se llevo adelante el 20 de febrero de 1996 a una protesta contra la adecuación de los Estatutos Universitarios a la LES (Ley de Educación Superior), así como rechazar la continuidad de dicha ley.

Desde la puerta de la Facultad de Humanidades se inició la marcha hacia 1 y 60, se pasó por la puerta del Destacamento de Infantería donde se realizó el acto; allí se recordó la resistencia estudiantil, así como el marco de persecución y represión generalizada a la oposición estudiantil, donde fueron presos más de 250 universitarios. También se denunció fuertemente la continuidad del modelo educativo que forma parte de las políticas promovidas por esa ley, así como el vaciamiento y des-financiación que sigue realizando el estado nacional a la educación pública, así como a la situación por la que atraviesan los sectores populares y los trabajadores.

Fernando de la agrupación AULE -actual conducción del Centro de Estudiantes de Humanidades- en dialogo con Indymedia, recordó esa jornada: “Era algo impresionante, todo vallado y miles de policías por todos lados y se llevaron a la marcha casi entera presa, los iban cargando en grupos de a 15 o 20, desde las 8 de la mañana (...) Me detienen con otros compañeros y nos llevan en patrullero al destacamento de 1 y 60. El operativo fue con autos sin patente, policías sin identificación, era una ciudad sitiada, con policias por todos lados, cualquiera que estaba por 7 y 43 y 7 y 60 y tenía menos de 30 años era levantado. Después, hubo represión a los compañeros que estaban afuera; ahí balean a un camarógrafo de Canal 13 en la pierna. Hubo algunos compañeros detenidos en ese momento y se les inició una causa penal por daños agravados y resistencia a la autoridad y fueron liberados recién al otro día. Hubo 7 compañeros que estuvieron procesados un año por esa causa.”

Entrando en la reflexión de lo que paso en los 10 años posteriores, comentó: “Si bien nunca se abandonó la lucha contra la derogación de la LES y la lucha en general, la verdad que existió un período de reflujo hasta el 2001, sacando lo del año 99 con el intento de recorte que hubo por parte del menemismo, un pequeño auge pero no comparable con el 95. Y después en el 2002, empezó lenta, pero una movida ascendente del movimiento estudiantil, no tanto cuantitativamente. Pero sí en el contenido de las reivindicaciones. En el 96, 97, 95 y antes peleamos para que ‘no nos saquen’, todo el contenido de las luchas en su mayoría era defensivo, podía haber un objetivo mayor pero era declamativo. Pero eran “no queremos el arancel”, “no queremos el ingreso”, “no queremos perder algo que tenemos” etc. Noto que hoy las reivindicaciones estudiantiles son “queremos cambiar esto que está”. No a la defensiva, de lo que tenemos ni siquiera está en discusión, vamos a recuperar lo que se perdió en los 90. En ese sentido, se ha crecido.”

Luego los estudiantes se dirigieron hacia Plaza Rocha y a la puerta de la Bibliotaca de la Universidad, en 7 y 60 -donde se realizó en el 96 la Asamblea Universitaria que aprobó las reformas- y por los Tribunales Federales de 8 y 50, lugar en donde se sigue llevando adelante la adecuación, de las reglamentaciones de la Universidad a la Ley, que es la que hoy se encarga de seguir vaciando las aulas, transmitiendo el conocimiento ya elaborado, para aquel que puede seguir pagando su estadía por el nivel Superior de educación.

Una vez allí se regresó a la puerta de Rectorado de la UNLP, aquel recinto desde el que las autoridades no suelen salir a dar respuestas a nadie, si de aumento de presupuesto se trata, o por ejemplo con esta nueva decisión arbitraria de fijar fecha para el 30 de abril para el certificado de título secundario en trámite, o cuando de reformas de planes de estudio que son impuestas y no consensuadas entre todos los claustros universitarios.

Sin embargo, para cuando vemos los resultados que deja el otro monstruo de la educación que hoy existe, la Ley Federal de Educación, que se resume en los resultados de las “pruebas nivelatorias”, dentro de los cursos de ingreso a las carreras universitarias, sí salen a lanzar respuestas a los medios masivos de comunicación, simulando una preocupación, ayudando a que estos disfracen esta terrible situación educativa, con discursos de juventud perdida y moribunda que ya no quiere progresar.

Se seguirá luchando desde las aulas, las calles, las sesiones de Consejo Superior, las actividades estudiantiles en contra de la LFE y LES, hasta ganar la batalla, que hoy van consumiendo, las posibilidades de una educación gratuita, pública y de una mayor coherencia con la realidad social que hoy nos atraviesa.

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