Las seis cuadras que separan Plaza Italia de Plaza San Martín se llenaron de bombos, estandartes y levitas. Cada murga desplegó lo mejor de sí, con sus desfiles que despertaban las miradas y sonrisas de los espectadores... Y no faltaban quienes se negaban a serlo, sobre todo los nenes, que se prendían a bailar a pesar del "no" de sus padres. Todo esto y mucho más pasó el sábado, en una hermosa tarde que dejó atrás la tormenta amenazante de la noche anterior, diferenciando esta marcha de la del año pasado, cuando debió pasarse al domingo a causa de la lluvia.
Más de mil integrantes de 72 murgas provenientes de distintas ciudades del país (Capital, Conurbano, Mar del Plata, Rosario, Córdoba, Mendoza y 15 de La Plata y alrededores), se movilizaron para exigir el feriado de carnaval y corsos libres y gratuitos, y expresar lo que el poder, 30 años después de comenzada la dictadura, se empecina en negar: que la cultura y el carnaval son del pueblo y de nadie más.
"Cumplimos diez marchas porque a pesar de las discusiones, de las broncas, de los cansancios, nos gusta la murga, nos gusta la marcha y soñamos con el feriado de carnaval como una realidad posible, construida desde y para la gente. Pensamos es una fiesta popular donde todos participen desde el lugar que más le guste. Soñamos con el regreso de bailes, de juegos, de bomberos locos y baldes llenos de agua esperando pacientes que a la vuelta de la esquina aparezca ella o él para ser empapado, y tal vez algún enojo, una corrida, pero bueno…esto es el carnaval", dice el texto de convocatoria.
La décima realización de este evento que va creciendo año tras año, finalizó como siempre con la quema del muñeco. Algunas murgueras hicieron malabares con fuego para dar comienzo al ritual de cierre, y a continuación ardió una galera de más de dos metros, mientras todos y todas bailaban alrededor.
¿Así finalizó la jornada? Sólo para los más pequeños y algunos otros que estaban muy cansados, y se quedaron tocando la guitarra o durmiendo en la escuela de 22 y 63, que solidariamente alojó a los murgueros en sus anchos pasillos. El resto bailó toda la noche en Casa Zaragoza.
Al día siguiente se realizaron talleres y espacios de charla, en donde se destacó una nueva asamblea del Movimiento Nacional de Murgas. En ella se comentaron episodios de represión a distintas murgas, buscando articular planes de lucha. También se avanzó en la elaboración de un proyecto de derogación de la Ley Nacional Nº21329/76, decretada por la dictadura militar, que prohíbe los feriados de carnaval. Se coincidió en la necesidad de buscar la unidad alrededor de objetivos comunes, como el rechazo a las reglamentaciones e impedimentos a que las murgas puedan manifestarse.
Después de la asamblea hubo taller de percusión en la plaza de 19 y 60, y la jornada fue llegando a su fin. Pero el año no ha terminado aún para las murgas, porque el 18 de diciembre en Mendoza será el Día del Murguero, recordando a Pablo, Gamuza y Cofla, quienes murieron atropellados por un auto que quiso atravesar un corso. A partir de la movilización en la región se logro que ese día se instale en el calendario como feriado, y están muy cerca de lograr que se cumpla. En otros lugares del país también habrá movilizaciones para esa fecha, aunque procurando que no se superpongan con las actividades con motivo de cumplirse tres meses de la desaparición de Jorge Julio López, a quien se incluyó en las consignas de la Marcha Carnavalera, exigiendo su "Aparición con vida ya".
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Fotos de la Marcha Carnavalera [1] | [2] | [3] | [4] | [5] | [6] Por Federico Sager ((i)) La Plata