Mañana miércoles será el segundo llamado para la realización de la Asamblea Universitaria, en la que el actual Rector Gustavo Azpiazu pretende ser reelecto. Luego de verse frustrado el primer intento a causa del bloqueo de la sesión por parte de la Federación Universitaria de La Plata (FULP), las autoridades han resuelto ayer que la Asamblea se congregue en la Escuela Agraria Inchausti (perteneciente a la UNLP), ubicada en la localidad de 25 de Mayo, a más de 200 km de nuestra ciudad.
Allí deberán llegar 192 consejeros académicos que representan a los claustros de estudiantes, docentes y graduados de 16 facultades de la UNLP, en tanto la FULP intentaría nuevamente impedir la sesión, que en ese caso se pasaría para el próximo sábado. En caso de frustrarse los tres llamados reglamentarios, la universidad quedaría acéfala.
En repudio a la decisión de trasladar la Asamblea, hoy hubo clases públicas y se concentró en el Rectorado, que desde las 20:45 hs se encuentra tomado. Para la FULP y el nutrido grupo de estudiantes que viene concentrándose en las últimas semanas en sucesivas marchas, no debe llevarse a cabo la Asamblea hasta tanto no se avance en la reforma de los estatutos de la casa de altos estudios, de manera de garantizar una mayor representación de los estudiantes, un claustro único docente y la incorporación efectiva de los no docentes al gobierno de la universidad, entre otros reclamos de fondo.
A modo de respuesta a las sucesivas declaraciones de Azpiazu, que insiste en denominar "violentos" a quienes se oponen a la realización de la Asamblea en los plazos fijados por las autoridades, la FULP (dirigida por un frente de la mayoría de la izquierda partidaria e independiente) difundió el pasado sábado un comunicado de prensa en el que convocaban a concentrarse en el Colegio Nacional ese mismo día y donde definían de un modo muy distinto al del Rector el concepto de "violencia": "es vaciar la educación pública y gratuita; violencia es no querer debatir y decidir sobre la reforma de los estatutos y las demandas que tenemos los diferentes claustros; Violencia es que se reelijan decanos en condiciones irregulares; violencia es que haya miles de docentes ad honorem o con sueldos precarizados y a la vez, que se otorgue escasas becas de ayuda económicas para que los estudiantes puedan permanecer en la universidad."
A su vez, muchos asambleístas de los diferentes claustros han difundido una carta pública al Rector en donde se detallan una serie de irregularidades en torno a la asamblea, como el incumplimiento del artículo que define un plazo de cinco días entre la realización de cada sesión y los conflictos en varias unidades académicas en torno a las elecciones de decano.
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