Sábado a la tarde en la esquina de Horacio Cestino y La Merced. A metros de la vieja estación ferroviaria ensenadense que ahora se encuentra en refacciones, se fue congregando una multitud curiosa a la espera del desfile de las comparsas de candombe, mientras pequeñas fogatas improvisadas aportaban su calor a los parches de un centenar de tambores. Bastó que uno de ellos comenzara a sonar para que el "turucutá turucutá" ganara por completo la atención de los presentes. Pasadas las 18 dio comienzo al evento la octogenaria murga local, La Flor de Campamento, con su veintena de integrantes que en su mayoría -a excepción de los bombistas- no superan los quince años. El rojo, blanco y negro de sus trajes se lució en las ocho cuadras que separan la calle Cestino de la plaza Belgrano, y muchos de los concurrentes se plegaron a bailar atrás de la murga. Más tarde fueron saliendo todas las cuerdas de tambores, tanto las de La Plata (La Cuerda, La Minga y Lonjas 932) como las de Capital Federal (El Mondongo, Irala y Los Bonga), dejando el cierre de la llamada a Tambores Tintos, los anfitriones, que celebraron su tercer cumpleaños haciendo lo que mejor les sale y recibieron una vez más el fervoroso aplauso de quienes no podían parar de bailar aunque las piernas comenzaran a pedir descanso. Pero el aniversario no culminó con el desfile. Siguió en la plaza principal, con las presentaciones de la murga platense de estilo uruguayo Fulana de Tal, que nunca defrauda con su presencia en estas actividades, el grupo porteño de fusión Maderas del Río de la Plata, que generó una espontánea pista de baile sobre el asfalto, y el cierre definitivo de la jornada estuvo a cargo de Tan-Gó (La Plata), otro grupo de fusión rioplatense conformado por varios integrantes de La Cuerda. Los Tintos: Ritmo que crece desde el pie En Plaza Belgrano, desde horas tempranas de la tarde, se podía observar una muestra de fotos, canciones y relatos sobre Tambores Tintos y el origen del candombe. Allí se describía a sus personajes emblemáticos: La mama vieja, el gramillero, el bastonero y la vedette, y se explicaba que una cuerda de candombe está integrada por tres tipos de tambores: Piano (de sonido grave), Chico (sonido medio) y Repique (el más agudo). Los Tintos sale por primera vez el 6 de enero de 2005, un día de Reyes, desde el puente de la Escuela 2 de Ensenada, pero la historia se remonta a mucho antes, cuando algunos de sus integrantes que también participaban de Lonjas 932 comenzaron a juntarse en su propia localidad. Actualmente está conformada por 45 integrantes y es la única comparsa de Ensenada. El nombre, como ellos mismos aclaran en un boletín, "nada tiene que ver con el vino tinto (...) sino que hace referencia al color que tiñe los cueros de los tambores cuando sus tocadores se rompen las manos tocando y la sangre penetra las lonjas" y la idea surge de una canción del uruguayo Jorghino Gularte llamada "La Tambora" que dice "De qué sirvió... manos rajadas... Tambores Tintos... tintos de sangre hermana". En tanto los colores que los caracterizan son el borravino, el verde y el amarillo. Quien quiera participar de esta cuerda puede acercarse a sus ensayos, los días sábados en el puente de la Escuela 2 (Garay esquina Italia) a las 18 hs. Y quien busque más información puede ingresar a su página web. Fotos de la previa y del primer tramo del desfile |
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