Por Camilo Cagni / Periodista
A la larga lista de represores que encuentran la muerte en la comodidad de sus hogares, se le suma un ex integrante de la policía bonaerense que comandó la represión en la provincia de Buenos Aires junto al también fallecido Ramón Camps (jefe de la fuerza entre 1976 y 1977) y el actual convicto Miguel Etchetcolatz.
Se trata de Rodolfo González Conti, que en la mañana del lunes 9 de febrero falleció como consecuencia de una serie de complicaciones en su estado de salud mientras atravesaba una post-operación.
González Conti llegó al techo de su carrera policial cuando en el año 1977, bajo el rango de Comisario General, fue nombrado como Director de Seguridad, cargo que ejerció hasta entrado el año ‘79. Es justamente en este período donde las fuerzas represivas comienzan a realizar el mayor genocidio jamás imaginado contra gran parte de la sociedad civil argentina, y donde su imagen comienza a mimetizarse con el horror mismo. Organismos de DD.HH lo responsabilizan en el secuestro y desaparición de más de 10.000 personas, dado que bajo su mando se encontraban una veintena de Centros Clandestinos de Detención como La Cacha, El Pozo de Quilmes, Arana, Sheraton, Pozo de Banfield, entre otros.
Desde el año 2005, el ex jerarca policial se encontraba detenido en su casa de calle 43 Nº 623 de la ciudad de La Plata, donde asiduamente violaba su prisión domiciliaria para poder manejar su Renault Megane color beige metalizado. Estos datos fueron aportados a la justicia por varios de sus vecinos y las denuncias quedaron asentadas en el Juzgado Federal N° 3 a cargo del Dr. Arnaldo Corazza, quien ya lo había detenido en la causa donde se investigan los crímenes cometidos en la Comisaría 5ª de La Plata.
En búsqueda de una condena social, la agrupación HIJOS le realizó varios escraches en la puerta de su domicilio. El último se hizo el 28 de Noviembre de 2006, y en aquella ocasión la policía reprimió al grueso de manifestantes que avanzaba para poder realizar el acto en el frente de su casa. Después de tirar gases y balas de goma, desde el Ministerio de Seguridad bonaerense se informó a los medios de comunicación que: “no hubo represión sino disuasión”. Lo cierto es que el operativo continúo varias cuadras más del domicilio de Conti, dejando un tendal de heridos. A partir de ese momento y durante varias semanas, la casa del represor estuvo férreamente vigilada por personal policial.
En su largo paso por la policía provincial, el ya fallecido Comisario General se desempeñó como docente durante los años ’90 en la escuela de formación policial “Juan Vucetich”. En el libro Manual de Conducción Policial, editado en 1997 por Primo Editora y cuyos autores son el Comisario General Vicente Jorge Schoo y el Comisario Inspector Hugo Ignacio Silva, ambos retirados, el prólogo fue escrito por el mismo Gonzalez Conti. Pregonando principios autoritarios y antidemocráticos, este libro fue estudiado por los aspirantes a policías que ahora seguramente están en función.
A sus 77 años de edad, Conti supo edificar un buen pasar económico al reciclarse en el negocio de la seguridad privada. Gracias a los buenos contactos que supo cosechar en sus épocas de gloria dentro de la bonaerense, fundó estando en democracia varias agencias de seguridad privada que en estos últimos años transfirió a sus testaferros.
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