Al cumplirse 30 meses de la desaparición de Julio López, el pasado jueves 18 se realizó la movilización en un día agitado en la ciudad, en el que estuvieron todos los actores sobre el escenario. Al mismo tiempo que Nilda Eloy hablaba de la cuarta desaparición de Julio López, esta vez por parte de la justicia, Cristina Kirchner presentaba la Ley de Radiodifusión en el Teatro Argentino, a tan sólo dos cuadras del acto frente a gobernación organizado por la Multisectorial.

Por este mismo lugar habían pasado al mediodía los agente policiales que marchaban en reclamo de mejores condiciones laborales, lo que significa "nuevos chalecos, mejores equipos de comunicación, y basta de cartuchos sin pólvora". Según informaron los diarios locales, un grupo de desocupados de Florencio Varela intentó plegarse a la movilización, pero fueron rechazados por los policías que los acusaban de venir con "fines políticos", y afirmaban que ellos no eran "ni piqueteros ni caras pintadas".

Por el mismo lugar pasaron luego los estatales nucleados en ATE, que cumplieron la jornada de paro y movilización en reclamo de aumento salarial, con un adhesión que habría sido del 90%. Sin embargo tras las negociaciones no hubo acuerdo y se prepara una nuevo paro con movilización para el miércoles 25 de marzo en conjunto con CICOP y Judiciales, y seguramente con los docentes que afirmaron plegarse a la movida en caso de no avanzar en las paritarias del lunes, siguiendo así con las medidas de fuerza que se vienen llevando a cabo desde el comienzo de las clases.

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Movilización a 30 meses de la desaparición de López

Por Chempes

Desde la desaparición de Jorge Julio López se han realizado en la ciudad de La Plata 28 marchas en los primeros 24 meses. En este marco se han desplegado una gran variedad de recursos que van desde instalaciones y performances hasta murales, ploteos, graffiti y stencil. Realizados por los propios convocantes o coordinados con diferentes colectivos.

Los recursos simbólicos cuentan con una tradición dentro de los movimientos sociales de izquierda y los organismos de derechos humanos, y han sido puestos en juego en diferentes circunstancias desde la última dictadura, como las rondas de las madres portando los pañuelos-pañales pasando por las silueteadas, los escraches a genocidas desde la década del ´90, hasta la estación "Darío y Maxi". Es un acervo que se da cita una y otra vez, mes a mes en las marchas por Julio López.

Este texto recorre los dos primeros años indagando las múltiples funciones que pueden abordar estos recursos, con la voluntad de pensar, discutir y poner en relieve, respectivamente, las distintas estrategias posibles que permiten llevar adelante una construcción común desde la resistencia.

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