Julio López
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Comunicación, lenguajes e imaginario social.
Por re-envio (aeroproletaria) - Wednesday, Oct. 31, 2007 at 12:56 AM

Franco Berardi (Bifo), intelectual y militante de la autonomía italiana. A fines de los 60 participó en la organización política Poder Obrero y en los 70, influenciado por el pensamiento postestructuralista francés, integró algunas experiencias de comunicación alternativa: fundó la revista A/Traverso y participó en Radio Alicia . Hoy, se ocupa de la comunicación en red y es miembro del proyecto Rekombinant , publicación virtual de reflexión y debate acerca del movimiento de resistencia global y local; además colabora en Orfeo Tv, primera televisión de calle del circuito Telestreet. Bifo es autor de numerosos ensayos sobre las transformaciones del trabajo y de los procesos comunicativos en la era posfordista. Entres sus obras más recientes figuran: Il sapiente, il mercante, il guerriero. Dal rifiuto del lavoro all’emergere del cognitariato (2004); Telestreet. Machina imaginativa non omologata (junto a Jacquemet y Vitali, 2003); Un’ estate all’ infierno (2002); La fabbrica dell’ infelicità (2001). Además, se pueden destacar otras publicaciones: Mutazione e ciberpunk (1993); Politiche della mutazione (1991); Finalmente il cielo é caduto sulla terra (1977); y Contro il lavoro (1970).



Entrevista a Franco Berardi (Bifo). Noviembre, 2004
Por María Cecilia Fernández


1. La comunicación mercancía

En el paradigma clásico de la izquierda, la comunicación fue siempre concebida como un área de la superestructura ideológica, un medio de propaganda al servicio de la práctica política. Frente a la “manipulación” del poder, la comunicación era un instrumento de contrainfomación. A fines de los años 70, los procesos comunicativos entraron en una nueva fase clave como dispositivo del poder y como herramienta táctica de contrapoder. ¿Cuáles fueron los cambios sociales, tecnológicos y culturales que modificaron dichos procesos en la comunicación?

Bifo: En estos últimos veinticinco años se ha producido un cambio decisivo sobre el plano material, ya que la comunicación, el lenguaje y el imaginario se convierten en parte del proceso de producción de mercancías. La palabra, la imagen, no son más inmaterialidad sin efectos socio-comunicativos. Son inmaterialidad con efectos directamente materiales sobre el plano económico. La principal mercancía en nuestra época es una mercancía de tipo informativo, de tipo info ya sea mercancía informática, o sea mercancía imaginaria; por lo tanto, el principal sector de producción económica es aquel de lo inmaterial informativo.
La comunicación no es más un instrumento externo al proceso político, no es más un instrumento externo respecto a la producción social. La comunicación está dentro del proceso de producción social, del plusvalor y de esta manera, está dentro del proceso de transformación de la vida cotidiana, del proceso de transformación del imaginario y también está dentro del proceso de transformación de la relación política. Esto en primer lugar es verificado en la conciencia del capital. ¿Qué cosa ha sucedido? ¿Qué cosa ha sucedido en Italia para que Berlusconi llegue al poder?
Estar seis horas al día, vivir en el interior de un mundo que no es el mundo de la materialidad social, pero que es el mundo de la inmaterialidad imaginaria. Pero no es un mundo puramente superestructural; es parte de la estructura de sus propias vidas cotidianas. [acá se refiere a la mediatización de la sociedad italiana y al poder de la televisión para generar narraciones y relatos sobre nuestra vida cotidiana]. La mente humana no está separada de la corporeidad humana, es parte directa y hoy, es elemento decisivo en la formación de la opinión, en la formación de la socialidad.
Lo que ha sucedido para mí es que en la formación de la conciencia ha crecido, en un modo decisivo, la esfera de la comunicación y del imaginario, el imaginario es siempre cada vez más una forma material. Esto significa que para el poder, la producción de imaginario ha devenido en el elemento material y socialmente decisivo. No es una superestructura, no hay más una separación entre infraestructura económica y superestructura comunicativa. La comunicación entró a formar parte de la estructura, primero de todo, desde el punto de vista económico y después, obviamente, también del punto de vista de una formación de una conciencia política.
El tipo de método del pensamiento historicista o marxista clásico no ha logrado recoger la radical novedad del tiempo presente. Porque se continua pensando que hay un problema de la organización social en el uso del instrumento lingüístico. No es así. No hay un instrumento lingüístico. El lenguaje es directamente parte del proceso de explotación y directamente parte del proceso de autoorganización política.


2. La comunicación instrumental

¿Cómo se ha transformado al interior de las experiencias de comunicación alternativa esta transformación social de la comunicación? Porque es claro que no sólo se ha pensado o se está pensando concebir la comunicación de otro forma, por los efectos sociales y materiales que sobre el plano del lenguaje se producen (y de esto ya hablamos), sino que también o paralelamente se está pensando distinto la estructura y las formas de pensar las prácticas políticas. Digamos, no pensar la práctica política como un instrumento significa no pensar la comunicación de forma instrumental.

Bifo: Vos me preguntas cómo se ha transformado y yo te responderé, como se está transformando o cómo se debería transformar. Porque yo pienso que la conciencia de este pasaje es ahora muy escasa. Vos decís cómo, en qué dirección va este pasaje, yo diría, pensemos en la forma clásica de la organización política del siglo veinte del partido leninista, el Partido, porque el Partido era la concepción general de la construcción del partido. ¿Qué cosa es el partido? ¿qué significa aquella forma? Significa que en la fábrica el obrero es explotado y allí, dentro de la fábrica, no hay ningún tipo de sus relación social que puedan ser cambiadas. Si el obrero de fábrica quiere cambiar cualquier cosa sobre el plano cultural, comunicativo, lingüístico debía salir de la fábrica e ir a la sede del partido, porque es allí en donde se elabora la materia cultural y después el partido regresaría a la fábrica con su dictadura política, su relación social. Pero no es más así, hoy el obrero de hoy: el arquitecto, el periodista, el psicólogo, el programador informático, qué cosa hacen en su proceso de trabajo, comunican, piensan, dicen, imaginan, proyectan. Lo que está en juego en el proceso productivo es directamente la materia cultural, la materia social, la material relacional y por lo tanto, no está la necesidad ni mucho menos la posibilidad de salirse del proceso productivo para construir un instrumento de organización política, un instrumento de la comunicación política para importar adentro. No. Es directamente a partir del proceso de producción comunicativo que vos debes tratar de ir en un sentido más que en otro. Esto qué cosa quiere decir. Digamos que la organización mediactivista, es la que hoy se organiza.

3. La comunicación tecnológica, informática, digital y virtual

Hay un elemento decisivo en este pasaje que es la tecnología. Digamos que el lenguaje siempre fue parte de la vida social si no hay lenguaje no hay sociedad, pero en un cierto punto el lenguaje se inmaterializa a través de la máquina de producción lingüística y la informática, máquina lingüística por excelencia. ¿Qué cosa es la informática? Es la transformación de cualquier proceso material (producción de vasos, de muebles,) en una serie sucesiva de números. El proceso material viene traducido en términos lingüísticos, informativos. A este punto la información entra en el proceso productivo y, contemporáneamente, la máquina de lenguaje deviene directamente en una máquina de comunicación; en el sentido de que gran parte de la vida humana viene alimentada del imaginario que dispone de enormes maquinas de penetración en la sociedad, pensemos en el rol de la televisión o el rol de la publicidad en sus formas técnicamente más desarrolladas.
La historia de la modernidad es una historia de progresiva ampliación de la esfera del lenguaje al interior de la sociabilidad. Las vanguardias históricas de los primeros años del siglo veinte, pienso sobre todo en el futurismo italiano y el ruso, han trabajado mucho en torno a esta función directamente productiva, directamente política o directamente publicitaria del lenguaje. El futurismo italiano ha trabajado para la publicidad industrial. El futurismo ruso ha trabajado para la propaganda revolucionaria, pero en el fondo eran lo mismo. La vanguardia ha pensado cómo el lenguaje puede entrar dentro del proceso de formación de la esfera pública, en tesis de manera muy material. Pero en aquella fase de la modernidad esto era una intención, un deseo, no existía todavía la materialidad de la máquina informática, de la digitalización que en fondo se constituye a partir de los años 70, en el pasaje de los años 70 a los 80, donde el lenguaje se transforma en maquinaria, se incorpora dentro de la maquinaria.
En aquel momento, pensemos en el pasaje de los 70 a los 80, primero una gran oleada de luchas obrera, de movimiento social contra la organización capitalista del trabajo, después introducción de la máquina informática, de la máquina comunicativa, para sustituir al trabajo obrero, los despidos, gran desarrollo de la automatización, después el tiempo que se libera del trabajo y deviene en tiempo sometido, sujeto a la máquina informativa televisiva, a la máquina informativa publicitaria.

4. La comunicación mediactivista

¿Cómo se ha modificado el sujeto de la comunicación, alternativa, independiente y antagónica, con respecto a las estructuras massmediáticas, comerciales y/o hegemónicas; es decir, cómo se ha modificado a partir de los cambios que vos nombraste anteriormente? Lo pienso en relación al sujeto de la comunicación (con la figura del mediactivismo); en relación a las formas de organización (autoformación, trabajo colectivo, horizontal y en red); en relación al uso de los medios técnicos (el uso táctico de los medios); en relación al uso experimental de los lenguajes; y en relación a los soportes utilizados, especialmente las nuevas tecnologías de lo digital y de internet.

Bifo: Lo que llamamos mediactivismo, en realidad ¿qué cosa es? Es la capacidad de los productores culturales de organizarse. Es el proceso de autoorganización de los trabajadores comunicativos que, en su proceso de producción, comienzan a desarrollan su propia autonomía y no ponerse al “servicio” de una causa. Hacen de su trabajo una forma de autonomía existencial, cultural, erótica, deseante, social; lo que quiero decir, es que no hay más una separación entre la producción social (esa que te da un salario) y la esfera de comunicación política, porque las dos tienden a devenir siempre más unidas. Y el problema es en qué dirección estamos en grado de conducir este tipo de unidad.
La palabra mediactivismo es, en este sentido, significativa porque los medios tienen a producir pasividad, mientras que el mediactivismo se pone a transformar de forma activa, de forma autónoma la relación con los medios, los cuales tienen la finalidad de producir pasividad.
Para una simple definición del concepto mediactivismo se puede decir que el sistema comunicativo, tecnológico y comunicativo está construido de manera tal que ha creado una separación rigurosa entre quienes tienen el instrumento de producción de comunicación y quienes reciben el producto comunicación. Por lo tanto, al interior de esta condición -que son las condiciones de la propiedad privada de medios de producción comunicativa- el receptor es un receptor pasivo. El mediactivismo nace en el momento en que el receptor decide devenir en emisor, en productor. En el momento en que el límite entre emisión y recepción viene superado, roto, cancelado. Y la figura del receptor y la figura del emisor se cambian, se integran, se sustituyen, y se confunden. Por lo tanto, en el mediactivismo se tiene al origen una voluntad de hacerse activo receptor. Pasa a ser productor y activo.
Concretamente como a sucedido esto en la historia en un cierto punto sobre el plano de la producción tecnológica deviene posible para una sector muy amplio de la población de comprar una máquina offset, un transmisor radiofónico, y nace la prensa punk que usa una tecnología de tipo gráfica, de tipo nueva, de tipo fácil o la radio libre o, en los años 80 y 90, la telemática de masa, la informática de masa, hizo posible la creación de internet que es la forma más adecuada para este tipo de integración entre emisor y receptor. Hoy, gracias a la difusión de masa de la vidoecámara digital, se ha creado la premisa de una ruptura de la pasividad del receptor televisivo y, entonces nace uno de los fenómenos como el de las Telestreet, como aquel del videoactivismo en red, del videostream. Esto es un poco la base, el origen, la condición productiva, económica y social para aquello que llamamos medioactivismo.
Pero es solo la premisa, después ¿para qué cosa sirve esto tipo de práctica? ¿Sirve para no ser pasivo y basta? ¿Estamos contentos de hacer la radio, de hacer la televisión?
El problema no es todo esto. El otro aspecto es aquello que en el pasado llamábamos contrainformación, en esta manera se hace posible para la gran mayoría de receptores dejar sentir su propia voz y entonces dejar circular una información que sea vecina a la realidad, a la crítica, a la conciencia. Pero, yo pienso que ahora hay un núcleo más profundo, que resguarda el aspecto antropológico de la transformación ligado a la comunicación y a la tecnología de la comunicación. La virtualización del proceso comunicativo ha creado una fuerte distancia entre la comunicación y la vida, la presencia, la carnalidad. La práctica social tiende a devenir menos una práctica de contacto, territorial, física, carnal, deseante, de comunicación cara a cara. Y esto produce una pérdida de la empatía social, de la capacidad de conocer al otro mirándolo a los ojos. El medioactivismo debe romper el efecto de la virtualización.

¿Este efecto de virtualización, lo podemos pensar como el punto límite entre la tecnología y la sociedad? En el sentido de que la tecnología es peligrosa, porque no es neutra, no nace neutralmente, nace dentro de un paradigma científico-tecnológico ligado a la innovación, al desarrollo capitalista, a la acumulación de riqueza cada vez más concentrada y cada vez más desligada del cuidado del medio ambiente, del cuidado de la vida social, y lejano de pensar la producción de comunicación en manos de las personas ordinarias, en manos de las organizaciones y movimientos sociales populares, no se piensa la comunicación como una práctica social, cotidiana sin que medie lo mercantil, sino como una práctica de consumo, está dentro de una visión liberal y mercantil de pensarla y no como una herramienta de creación, de producción social, de deseos, de juegos, de agregación colectiva, etc. Y por otro lado, son peligrosas las miradas tecnologisistas, en las cuales se piensa que con la tecnología se puede transformar el mundo.

Bifo: Usar la tecnología es necesario pero, como vos decías, usarla no es neutral, en el sentido de que en la tecnología está escrita la historia social. En la tecnología está escrita también una función social que por ejemplo es aquella de la virtualización, de la mediatización, ¿qué cosa quiere decir virtualización en las últimas generaciones que aprender más palabras de la máquina televisiva que de la mamá?, quiere decir una pérdida de aquello que los psicólogos llaman empatía, la capacidad de percibir el cuerpo del otro como una cosa que pertenece a un continium. La comunicación es también la presencia del cuerpo del otro. La presencia de la carnalidad, de la mirada. Todo esto intenta ser cancelado por el efecto de la tecnología de comunicación y del efecto de un proceso productivo que desarolló la virtualización. El mediactivismo nace también no para tirar por la ventana a la tecnología sino para usarla pero, al mismo tiempo, crear condiciones para la recorporización de lo tecnológico.
Con el uso táctico de los medios se entiende a los medios como uso de instrumentos de combate, de batalla. Después hay un aspecto más estratégico, antropológico, que es aquel de reactivar las competencias colectivas, emotivas, comunicativas que la tecnología tiende a cancelar.
Uno es la mediatacticidad, usamos la tecnología como instrumento para una mutación, para la lucha. Este uso táctico proviene desde la contrainformación hasta la experiencia de Indymedia. Después hay un problema de tipo evolutivo, una cosa que parte desde la evolución humana es aquella de la reactivación de las funciones comunicativas y de las funciones cognitivas que la tecnología tiende a cancelar. Esto es para mí el aspecto del mediactivismo que hasta este momento no ha estado completamente tematizado. Y en vez es la cosa más importante a largo plazo.

5. La comunicación mitopoiética

Las experiencias en comunicación alternativa en torno al mediactivismo ¿han creado nuevos relatos, nuevas narraciones, nuevas visiones para comprender nuestro mundo? ¿Hay renovación en los usos del lenguaje para entender nuestra existencia social o proponer otras formas de vida?

Bifo: La capacidad de construir narración dentro de los procesos de comunicación es muy importante desde el punto de vista de la producción de contenidos. Narración ¿qué cosa quiere decir? capacidad de construir, de comunicar narración. Cada medio, técnica de comunicación, funciona como dice Foucault como un dispositivo. ¿Qué es un dispositivo? Una máquina que dispone las cosas de una cierta manera. Un paradigma que produce eventos, discursos, formas de vida, etc.
Por ejemplo, en los años 80, la televisión a color en todo el mundo difunde la telenovela. Un tipo de serie. La primer serie es Dallas, y después deviene en la telenovela americana, sudamericana, italiana, egipciana, etc. Es una tecnología, televisión a color, un modo de usar la tecnología siguiendo ciertas reglas lingüísticas, la serialidad, la creación del personaje, el sentimiento siguiendo ciertas formas, el dinero como elemento decisivo en las relaciones personales, son las reglas de la propia pequeña burguesía americana. Esto tiene una potentísima fuerza narrativa en el sentido que construye un mundo de referencia al cual millones, centenares de millones de personas después comienzan a vivirlo realmente, viven como si fuese Dallas, viven siguiendo aquel modelo que termina siendo la narración de referencia, de la autobiografía, de la vida personal, de mi autobiografía del beautyfull.

¿Se podría decir que este tipo de narración es la mitopoises por excelencia de los años neoliberales? Se construye un discurso de la felicidad y del éxito a través del prestigio dado por el dinero, la competencia y la estafa, como lo expresa la serie Dallas.

Bifo: Sí. La potencia mitopoiética de la comunicación. Lo que Wu Ming llama mitopoises, creación de mitos de referencia. Grandes mitos. Los mitos no son solo mentales, son las narraciones que nosotros hacemos para desear cualquier cosa de la vida. En un cierto punto, el movimiento que ha nacido fuertemente después de Seattle ha comenzado a preguntarse sobre este problema.
La televisión no tenía la potencia que comenzó a tener en los años 80 y 90. la televisión comienza a devenir en un instrumento de profunda relación mitopoiética después de los años 70, a principios de los 80.
Hoy el problema de la mitopoises es un problema central y el verdadero problema del movimiento es que no logra producir efectos profundos, por qué. Porque en los años 60 y 70, todo esto sucedía de manera espontánea, no existía una máquina mitopoiética del poder. Si existía, pero no era conciente de sí; mientras hoy nos encontramos con una mitopoises del poder que es extraordinariamente fuerte, articulada, potente, capilar. Hablamos sobre todo de la televisión, de la publicidad, el modelo de belleza producido por la publicidad, la industria cinematográfica.

Y esa mitopiesis se nutre de aquella creada socialmente, es decir por fuera del mercado. Una marca de ropa se nutre de estilos underground mientras que el lenguaje publicitario se nutrió del lenguaje de las vanguardias, por poner dos ejemplos.

Bifo: Claro, porque la máquina mitopoiética se autoalimenta. La capacidad de la publicidad es aquella de transformar las formas de vida que vienen de la sociedad, de la vida cotidiana, transformarlas en formas de comportamiento ligado a un producto, a una mercancía. En este sentido los únicos que han concientemente trabajado sobre este plano son los Wu Ming. Lavorare con lentezza es una prueba de esto, porque el film puede gustar o no, puede ser históricamente justo, equivocado, no lo sé. Pero la capacidad de producir un mito, que es el mito de trabajar lentamente, o mejor dicho del rechazo al poder, al trabajo es una narración que tuvo su correlato práctico en los años 70.

¿Vos pensás que a través de los productos culturales, como metáforas o condensaciones, se pueden leer los mitos como productos histórico-sociales?

Bifo: Mito significa narración y volvemos a tu pregunta inicial: el problema es crear condiciones, para que cualquiera de nosotros puede narrrase a sí mismo una vida libre. Este es el punto. Por que si no somos capaz de contarnos una historia no somos capaces de vivirla. Hace unos días atrás, no me recuerdo quién decía, “vos no lograrás tus objetivos porque no estás en grado de saber cuáles son”. Y este es el punto: “vos no lograrás más la vida que querés, porque no sabés que vida querés”. Porque, querés la vida de la publicidad, porque querés la vida de la televisión. Y ahí está la vida, no será más tu vida, será la vida que alguno quiere hacerte hacer.

6. La comunicación e imaginario social



Un problema para vos es que el movimiento no ha podido crear mitos. ¿Y esto se relaciona con el tipo de imaginario que ellos están produciendo? Antes de hablar sobre la producción de imaginario, me gustaría que definas qué entendés por producción de imaginario.

Bifo: Con la palabra imaginario entiendo el magma, la dinámica sin regla de la imagen, la sobrexcitación y los estímulos que vienen de esta imagen, como así nosotros recibimos de la infoesfera, del mundo informativo en cual estamos inmersos. Nuestros sentidos reciben de la esfera de la información un flujo inninterrumpido de sobrexcitación imaginativa primero de todo visual que no tienen una regla simbólica, estructurada e ideológica. La publicidad no tiene una regla, funciona. La publicidad no te comunica una ideología, tienen que ser así o asá. Te dice “esto es lindo y esto es feo”. Esto es lindo “hacé como te digo yo”. Este es el juego que crea el imaginario, incluso que produce estímulos de tipo sensoriales y después de tipo psíquico. Entonces, el imaginario se encuentra en un espacio que es muy cercano a aquello que en psicoanálisis se llama inconsciente. La esfera de la que sabemos sin saberlo o que no lo sabemos pero que participa, de todos modos de las motivaciones por las cuales actuamos o no actuamos. El imaginario se encuentra en la frontera entre la dimensión externa de la imagen, de los estímulos visuales, sensoriales, y la dimensión interna que es aquella del inconsciente, aquella de la motivación de actuar.
El problema es cómo se actúa sobre el plano del imaginario. Porque en la tradición de la política moderna no hay ningún discurso sobre el imaginario. La política moderna, el iluminismo, el marxismo, actúa sobre la dimensión de la ideología, no sobre la dimensión del imaginario. Y hoy la dimensión ideológica no cuenta casi para nada. Lo que hoy vale es la dimensión del imaginario. Y cómo se actúa sobre el plano del imaginario, ese es el punto.
De una parte sobre el nivel del imaginario no hay coherencia, secuencialidad. Sobre el plano del imaginario el proceso se desarrolla de manera aleatoria, impredecible y siguiendo un principio que no es el de la no contradicción, Freud dice que en el inconsciente no rige el principio de la no contradicción, puede ser una cosa y puede ser el contrario. Y de hecho si vos ves cómo funciona el comportamiento social, podes ver tatuado una esvástica en un brazo y que sea una persona progresista.
Entonces, trabajar sobre este plano requiere de la capacidad de comunicación, que no es aquella de la comunicación ideológica, sino más bien aquella de la comunicación analítica, psquicoanálitica. Lo que Félix Guattari propuso como psquizoanálisis, de un análisis capaz de seguir, de identificarse con la locura social. La locura social no la podés convertir ideológicamente, la debés acompañar, debés estar ahí adentro, y ser loco como tu paciente. Es de esta manera que podemos romper el punto en el cual el imaginario se construye como poder. Estos puntos están propiamente ligados a la forma del sufrimiento, del temor, del sentido de adecuación.

Siguiendo tu pensamiento, vos dijiste que para producir otros tipos de imaginarios se necesita trabajar en ese situación fronteriza donde nos encontramos con el inconsciente. Para pensar en el modo de producir quiebres que actúen en el inconsciente implica pensar en los usos del lenguaje, esto significa pensarlo de un modo más experimental, aquel que se acerca a la experimentación artística más que al uso de la técnica del periodismo. Cuidado no estoy diciendo que hay que dejar de hacer investigación periodística, pero sí de ver la capacidad de cómo entrecruzar géneros literarios con narraciones creativas, experimentales, innovativas, etc.

Bifo: Absolutamente. ¿Qué son los artistas y qué cosa es el arte? Mc Luhan decía que los artistas son como las antenas, que son capaces de individuar los flujos que el pensamiento común no logra cortar.
Nosotros vivimos en un ambiente saturado de información, y la información produce efectos de tipo imaginario que mete en movimiento al inconsciente social. Digamos que si queremos modificar estos flujos debemos pensar en el sufrimiento psíquico que la información produce en la mente humana. Y debemos trabajar sobre el residuo entre aquello que yo llamaré infoesfera y psicoesfera. La infoesfera es la esfera de la información y la psicoesfera es la esfera en la cual la mente y el cuerpo humano se meten en relación. Y sufren de su relación. Por ejemplo, en la infoesfera está la publicidad que te dice que debés estar flaquísima, la psicoesfera es esa relación en la cual, si no estás flaquísima, estás mal en la relación con lo otro y no logras vivirlo; si estás flaquísima está mal de igual manera porque terminarás en un hospital. La felicidad deviene sobre todo solo una ilusión publicitaria que vos no logras más realizarla, y como intentas realizarla, siempre, intentas estar más feliz.
Entonces, ¿cómo se puede trabajar sobre este plano? ¿con discursos? No. Con las señales, con señales que se acercan más a las señales de los artistas que a las señales de los políticos. Los signos del impulso semióticos, de las formas.
La comunicación no es más como ha sido un instrumento de contrainformación, pero es un proceso de producción de flujos que actúan de manera directa sobre la mente colectivo, primero de todo sobre el trabajo cognitivo, de aquel trabajador que está directamente involucrado con su propia cabeza.

¿Se puede pensar al mediactivista como un sujeto político o mejor dicho se puede pensar que hoy el sujeto político es enteramente un sujeto comunicativo?

Bifo: Es difícil entender qué significa hoy la palabra política. Si política significa gobierno racional sobre lo existente, no existe más la política. Si en vez, la política es la capacidad de transformar utilizando cualquier nivel de la comunicación humana. Ahora, el mediactivista es la figura de la política a la cual llegar. Esto Berlusconi ya lo sabe. Sobre esto Berlusconi a construido su poder. Esto es un hecho. En este sentido, el mediactivista es una figura social, porque es el trabajador cognitivo que deviene conciente de su propio rol productivo. Y por lo tanto, deviene el productor autónomo y esa sí es una figura política de transformación.

7. El caso de las telestreet

Cuando conocí las experiencias de las telestreet lo que me pareció importante era aquello de pensar salirse un poco de la virtualidad y llegar con las experiencias de las comunidades activistas en internet a un territorio físico. Comenzar a entablar una relación más corporal, cara a cara, con la gente de un barrio, con personas no militantes, hacer un verdadero trabajo barrial siempre desde un sentido social y político. Es decir que por dos cosas me parecía importante las experiencias de las telestreet: una por el trabajo territorial y poder recombinar las nuevas tecnologías con la agregación barrial.Y por otro lado, el contacto con personas no activistas y con este contacto comenzar a hacer una trabajo barrial, contaminar a personas no militantes, salirse del circuito militante y de las prácticas autorrefereciales.
Para vos ¿cuál era el proyecto original de Telestreet? Te lo pregunto en relación a tu preocupación por la virtualidad y la pérdida de empatía.

Bifo: Originariamente el proyecto Telestreet contiene todos estos elementos. De una parte la participación de los receptores en la transmisión y la televisión como realidad territorial; en segundo lugar, el uso de la red, como forma de intercambio no local de material producido, pero más allá del aspecto político de la situación italiana a nivel televisivo, de la dictadura mediática en la cual estamos insertados, más allá de este aspecto inmediato, las telestreet tiene la función de cancelar el efecto de la tecnología televisiva sobre la comunicación social, reactivar una relación con el medio en la cual la comunicación es más importante que el medio. El proceso de hacer comunicación es más importante que la especialidad de la técnica misma. Esta situación, el movimiento lo sabe desde hace un tiempo, podría decirse que Indymedia después de lo que sucedió en Génova, hay una demostración de esta capacidad, y con las telestreet se ha intentado llevar esta capacidad de comunicación independiente e interactiva al terreno más difícil de todos, al de la televisión. Porque la televisión como modalidad de comunicación está basada sobre la rígida separación entre emisor y receptores, sobre un rígido principio de broadcasting,
Creo que en el proyecto de red nacional Telestreet tiene el desafío de repensar todo, de repensar nuevas formas y estructuras de una televisión totalmente distinta a la conocida. Sé que uno de los proyectos era recombinar todo lo producido con las comunidades virtuales en un soporte de televisión analógico y con un trabajo territorial.
Vamos a ver en la práctica real de las telestreet que esto no ha sucedido. En Roma y en Nápoles hay algunas experiencias de las telestreet que han verdaderamente activado la comunidad de grupos sociales, por ejemplo [nombra una televisión que no se entiende] que estaba en el interior de una casa ocupada de inmigrantes que participan en la producción; después un poco también en Boloña AlbornozTv -aunque ya no es lo mismo- que funcionaba como televisión de condominio y desde uno de los departamentos se hace la transmisión. Esto sucedió de manera muy limitada.
Lo que si efectivamente se ha logrado hacer fue la conexión entre la estructura local y el uso de la red, esto ha funcionado. La otra cosa que ha funcionado en alguna medida es la creación de una sensibilidad al problema que no es solo de contenido de la información, sino de la modalidad, del enlace, de la relación que produce el producto televisivo.
El problema no es solo de producir productos de contenido crítico, sino también el de producir una relación en la cual el telespectador devenga productor de televisión; esto ha sucedido poquísimo, pero la sensibilidad, la comprensión de esta necesidad ha crecido mucho en el movimiento, pero no sólo en el movimiento.

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